Test Drive

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Prueba Chevrolet Onix RS | Más deportividad a la vista

Nos subimos a la nueva versión Racing Sport pensada para quienes quieren un Onix más vistoso. El motor 1.0 de 116 CV está asociado exclusivamente a una caja manual de cinco velocidades y presenta agregados estéticos diferenciales. Lo manejamos y te contamos cómo anda y todas sus novedades.

Hace algunos años alguien en una oficina de una marca o grupo tuvo una excelente idea: concebir vehículos de tintes deportivos sin que el consumidor tenga que pagar eso en el precio final. La alternativa también supone un beneficio para el cliente que gusta exclusivamente del look de un purasangre y no de las prestaciones o sensaciones que éste le pueda conferir.

Así nacieron -más menos- las versiones “deportivizadas”, como la de este Onix RS, que no es una versión de alta performance sino un Onix con una estética deportiva que busca cautivar desde su diseño pero apelando también a las virtudes y defectos de la gama de siempre. Lo manejamos unos días y estas son nuestras conclusiones.

Estética y equipamiento

Como veníamos diciendo, la gran carta del RS es su look deportivo. Se nota a la legua que se trata de un vehículo diferente en buena parte gracias a todo el tratamiento que recibe, sobre todo, el exterior. Hay nueva parrilla, moño negro y un montón de componentes “oscurecidos”: techo, llantas, alerón, espejos e insignias. El resultado, a nuestro juicio, es muy positivo.

Pero el tratamiento deportivo no se acopla a la variante full de Onix sino a la LT, con lo cual prescinde de algunos items. Aún así el equipamiento general es muy bueno, con seis airbags, ESP, aire acondicionado, pack eléctrico, limitador de velocidad, faros regulables en altura, tapizados de cuero (butaca mixta) y asistente de arranque en pendiente.

Algunas cosas que pierde: presión de neumáticos, control de velocidad crucero, cámara de retroceso y climatizador. Lo que sí mantiene es una muy buena presentación, con materiales promedio pero con detalles que realzan la calidad percibida. Además, adentro también hay algunos detalles tipo racing que mejoran aún más esa percepción.

En definitiva, una versión que se acomoda en la zona intermedia de la gama y que cambia algunos items de seguridad y confort por el look “racing”.

Habitabilidad y multimedia

Con 2 metros y medio entre ejes, el Onix no es el más habitable del segmento B+ pero entran dos adultos sin problemas. En las plazas traseras hay tres apoyacabezas y mismo número de cinturones inerciales aunque, insistimos, dos personas de contextura promedio viajaran de manera aceptable.

Con el baúl pasó algo curioso ya que Chevrolet actualizó la medida. De los 275 litros originales lo corrigió a 303, algo un poco más lógico teniendo en cuenta el espacio disponible allá atrás. Ahora se ubica en el promedio del segmento, con un espacio de carga acorde a lo que necesita el cliente tradicional del segmento pero lejos de los referentes.

Respecto de la multimedia, y manteniéndonos en la segunda hilera, perdió el puerto de USB de carga con lo cual quienes ocupen ese espacio deberán turnarse con los que viajen adelante. Y hablando de los que viajen adelante, también perdió el cargador inalámbrico, un ítem que suma pero que no está disponible en todos los teléfonos.

Como viene siendo costumbre, MyLink se hace cargo de la multimedia en este Onix y eso es una gran noticia. La pantalla de 8 pulgadas viene acompañada de 6 parlantes de buen sonido y la conectividad e intuitividad que caracteriza al sistema operativo. Aquí también hubo recorte ya que no está disponible la opción de conexión WiFi ni los servicios de OnStar y, según pudimos averiguar, no es posible incorporar los servicios a la postre.

Motor

Sin novedades en el bloque, que mantiene el eficiente 1.0 de tres cilindros y 116 CV, con un brío importante y una gran reacción en baja.

La novedad aquí, o por lo menos para nosotros, es que está asociado exclusivamente a la caja manual de cinco velocidades que, según Chevrolet, es una de las pocas cosas modificaciones “mecánicas” pensadas para realzar el apartado deportivo. Recordemos que este motor tiene correa pero que aguanta hasta 15 años su reemplazo.

Nos vino bien, además, para registrar las cifras de performance y consumos con este matrimonio ya que habíamos manejado la versión automática.

En términos de performance, el RS tiene prestaciones lógicas para un vehículo de su tipo. Con 10,5 segundos para el cero a cien y 31,8 para el kilómetro, se muestra como un bloque lógico y eficiente (una relación CV/litro más que interesante) con buena entrega de par desde la zona baja del cuentavueltas.

Donde se destaca es en los consumos a velocidades constantes (no ayuda que no tenga control de velocidad crucero pero sí limitador). En ruta registramos 5,2 y 6,5 litros “cada cien”, circulando a 100 y a 130 km/h aunque la caja de cinco podría tener una sexta sobremarcha ya que, a 100, el motor del Onix gira a casi 3.000 vueltas.

Pese a esa ausencia, la caja tiene un muy buen funcionamiento, con acoples bien marcados, recorridos francos y muy pocas vacilaciones cuando la apuramos.

La mala nota de los consumos se la llevó en ciudad, donde el tres cilindros nos pidió promedios de más de 11 litros cada cien kilómetros, una cifra un tanto elevada para un bloque de este tipo.

Comportamiento dinámico

Con un esquema tradicional de suspensiones, pero sin barra estabilizadora atrás, el Onix es un auto desarrollado por y para el Mercosur, con lo cual su calibración es más que correcta para nuestras calles. Al no ser un deportivo hecho y derecho, mantiene las regulaciones originales, con lo cual es un vehículo cómodo para la ciudad y confiable en ruta.

Las llantas de 16 con talón 55 hacen que circular en asfaltos de mal estado sea algo completamente tolerable.
Cuando lo exigimos el Onix se mostró franco y, como decimos siempre, la fiscalización de los controles activos de seguridad hace que nos animemos a tomar alguna curva de mediana intensidad con un poco más de decisión.

La dirección eléctrica es muy buena y permite ejecutar maniobras urbanas con mucha precisión mientras que cuando salimos de la urbe el Onix “endurece” el volante para brindar confort y seguridad pero sin perder su cualidad de directa.

Por último, a la hora de la frenada (tambor atrás), unos muy buenos 40 metros para detenerse de 100 a 0, echando por la borda, por lo menos en este caso, el mito de los discos traseros (aunque siempre los preferimos).

Precios y rivales

Se “presentó” los primeros días de enero pero su lanzamiento oficial se dió a mediados de abril (LINK), con lo cual su llegada es inminente. Para ese momento, también, nos enteraremos de su precio.

Lo que sí sabemos son sus rivales: todos los B+ con look deportivo, es decir, Fiat Argo HGT, Renault Sandero GT-Line, Toyota Yaris S y el inminente Peugeot 208 GT, aunque los de Stellantis tienen algo más de potencia.

Si estás buscando un auto de equipamiento completo, eficiente y con un look diferencial, el Onix RS es una gran variante dentro del segmento. Habrá que ver cómo se acomodan su precio, pero por lo menos desde el lado del producto, el Onix RS será una compra muy interesante.

+ Look diferencial
+ Consumos en ruta
+ Comportamiento general

– Auxilio temporal
– Solo manual
– Consumo urbano

FICHA TÉCNICA

Imágenes

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