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Prueba Strada Endurance | De lleno al trabajo

Nos subimos a la renovada Strada Cabina Doble, posicionada como entrada de gama y destinada más que nada al cliente que la usará para trabajar. Te contamos su equipamiento, prestaciones y capacidad de carga.

Después de muchos años la Fiat Strada se renovó en este año tan atípico. Lo hizo con una ramificada oferta de siluetas, motores y capacidades. Tras la prueba de la tope de gama Volcano (leer aquí), nos subimos a la Strada Endurance Cabina Doble con el motor 1.4 de 85 CV y un equipamiento básico.

Estética

No es difícil identificar a la nueva Strada en el tránsito. Primero porque nos tocó una unidad gris metalizada que los apliques negros destacan mucho sus líneas y segundo porque la nueva pick up de Fiat atrae desde lo estético, cuanto menos, por la profunda renovación a la que fue sometida.

Su look se asemeja al de Toro que, a juzgar por las veces que la manejamos, cuenta con un diseño que guste o no, se destaca en el tránsito diario y esta Strada no es la excepción.

Adentro se mantiene la temática del cambio pero es similar a otros Fiat y por eso quizás no llama tanto la atención. La calidad, en promedio con lo que entrega la industria Mercosur.

Esta Endurance como te contamos, es la variante más básica de toda la gama: la entrada misma. Por eso el equipamiento está bastante raleado. Por el lado de la seguridad, lo básico: doble airbag y ABS, pero con ESP ya que la buena noticia es que Fiat dotó a toda la gama del utilitario con el control de estabilidad y tracción de serie.

Respecto del confort, aire acondicionado, asistente de arranque en pendiente, computadora de a bordo y comandos satelitales de radio. Creemos que podría incorporar más portaobjetos por tratarse de un vehículo de tintes laborales y, aún entendiendo su condición de “base”, no queda lindo (ni es práctico) andar configurando espejos y levantando vidrios de manera mecánica.

Habitabilidad

Es de esos vehículos excepción en el mercado en los que el espacio en las plazas traseras es limitado y quienes viajen adelante deberán sacrificar algo de espacio en pos de las piernas de quienes ocupen la segunda fila, que cuenta con tres apoyacabezas y mismo número de cinturones de seguridad inerciales.

La posición de manejo es aceptable, porque las butacas no regulan en altura y el volante no lo hace en profundidad, con lo cual uno tiene que acomodarse a la posición de manejo y no al revés, como debería ser.

En cuanto a la multimedia, enchufes USB para cargar el teléfono y un estéreo “simple”, sin pantalla, con conexión bluetooth y mandos al volante para no ir manipulando el sistema mientras se maneja.

En términos de capacidad, tiene 1,31 m2  y 844 litros. A la hora de hablar de kilos, tolera 650. Por último, toda la gama de Strada puede remolcar hasta 400 kilos de un trailer sin frenos.

Motor

A la Strada la mueve, por lo menos en esta versión, el conocido 1.4 de 85 CV, un motor de sensaciones y prestaciones domésticas que ya tiene unos años en el mercado y en otros modelos del grupo Fiat.

Se trata de un bloque naftero de cuatro cilindros que busca brindar mejores consumos que prestaciones. Por eso lo sometimos, como siempre, a las pruebas de TiempoMotor, donde registró 16,1 segundos para alcanzar los 100 km/h y un kilómetro en el orden de los 37 segundos. Las recuperaciones, en cuarta marcha, tocando los 15 segundos.

Si bien no se destaca en este apartado, los consumos son aceptables. A 100 km/h la Strada apenas pasa los 6 litros cada cien kilómetros, mientras que si circulamos a 130 km/h, la aerodinámica no le juega a favor y eleva ese registro a 10 litros cada cien. En ciudad, creemos que los 11 litros podrían ser más bajos por tratarse de un 1.4.

La encargada de transferir los 85 CV a las ruedas es una caja tradicional de cinco marchas, muy al estilo Fiat, con recorridos más largos de los que nos gustan y un poco dubitativa cuando la apuramos.

Comportamiento dinámico

Sin mayores sorpresas en cuanto a su comportamiento, con una suspensión tradicional de pick up, con elástico y amortiguadores. Si bien la configuración regional la hace un vehículo ideal para nuestros caminos, a veces el eje trasero puede ser algo rebotero. Naturalmente su setup está pensado para cargar los kilos que admite allí atrás.

En ciudad no tiene ningún inconveniente para surcar los diferentes tipos de pavimento con sus correspondientes pozos, que no atentan contra los neumáticos 195/65 con llantas de chapa de 15 pulgadas que, además, viene con tazas para no andar (tan) preocupado si la dejas estacionada en la calle.

A la hora de las soluciones de tracción, además del control tradicional, Fiat equipó toda la gama con el TC+, una gestión electrónica que puede hacer las veces de limitador para el eje delantero y así determinar, en caso de superficie resbaladiza, tirar el máximo par posible a la rueda que tiene mejor tracción para así poder salir de alguna situación complicada. Una ayuda extra que siempre viene bien.

En ruta, su silueta y el eje trasero con mayor despeje hace que pueda verse alterada por algún viento cruzado, pero los 2,73 entre ejes y los controles activos de seguridad ayudan a que todo permanezca bajo control y aplomado.

Precios y rivales

La Strada tuvo varios rivales a lo largo de los años que desandó nuestro mercado. Hoy por hoy se reduce a la Volkswagen Saveiro y a la Chevrolet Montana, que aún no empardan sus habitáculos. Por modernidad, la posibilidad de tener control de tracción y estabilidad y su larguísimo pedigrí, la Strada sigue siendo un cheque al portador para quien busca una pick up compacta para ocio o, en este caso, para el trabajo día a día.

+ Diseño
+ ESP y control de tracción de serie
+ Consumos en ruta

– Equipamiento básico de confort
– Pocos portaobjetos
– Consumo en ciudad

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