Test Drive

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Prueba Fiat Strada Volcano | Evolución sustancial

La nueva pick up chica de Fiat representa un cambio íntegro: nueva plataforma, diseño símil Toro y una mejora importante en el equipamiento. Manejamos la tope de gama, doble cabina, con el motor de 99 CV y caja manual de 5 velocidades.

Probablemente se trate de uno de los lanzamientos del año y ya pasó por Tiempomotor. La nueva Strada representa una mejora en prácticamente todos los aspectos respecto de su antecesora.

La expectativa era enorme y es lógico: durante más de 20 años el modelo fue -y es- el referente absoluto en un segmento de volumen que se usa tanto para fines lúdicos como comerciales. Y por eso no llama la atención que Fiat haya presentado, en un primer momento, una gama con diferentes opciones, siluetas y motores para dejar contento a buena parte de sus clientes y los potenciales.

Para arrancar, nos subimos a la full, doble cabina con casi 100 CV y esto es todo lo que tenemos para decir de la Volcano.

Diseño

“Es una mini Toro”. Sí, claro que lo es. El trabajo estuvo firmado por el Design Center Latam de Betim (Brasil) y el resultado es una Strada más rectilínea y de alguna manera más madura y robusta.

Al hacer uso de la plataforma MPP -similar a la del Argo- ganó en tamaño: ahora es más larga mide 4,48 metros de largo (un centímetro más) y mejoró el despeje (antes 19,4 y ahora 21,4 cm).

En cuanto a su dotación, la Volcano, la tope de gama de la familia que se sitúa sobre las Endurance y Freedom, cuenta con control de tracción y estabilidad E-Locker, asistencia en pendiente, cuatro bolsas de aire, faros de LED, pantalla de 7 pulgadas con conectividad Apple CarPlay y Android Auto, cámara de retroceso, indicador de cambio de marcha, cuatro alzacristales eléctricos y climatización manual. Es para destacar que toda la gama de Strada cuenta con doble airbag y control de estabilidad de serie.

Habitabilidad

Entre ejes la nueva plataforma le “recortó” un centímetro: de 2,75 a 2,74. Independientemente de ser algo imperceptible, el espacio en las plazas traseras es limitado y quienes viajen adelante deberán sacrificar algo de espacio en pos de las piernas de quienes se alojen en la segunda fila, que cuenta con tres apoyacabezas y mismo número de cinturones de seguridad inerciales.

Quien se ponga al comando encontrará unas butacas algo más ergonómicas pero con regulación manual en altura al igual que el volante, lo cual nos va a limitar la configuración de la posición de manejo. El instrumental es similar a lo visto en otros Fiat, con una computadora central escoltada, además del velocímetro, por un cuentavueltas y el medidor de combustible, que quedaron algo pequeños.

Por lo demás, la arquitectura general es similar a lo visto en Mobi y Argo, aunque con personalidad propia. No hay materiales blandos al tacto (aunque no es un segmento que se caracterice por eso), pero los plásticos son de correcta calidad y percepción, y hay buena cantidad de recovecos donde dejar las cosas del día a día: billetera, llaves, celular, anteojos, etc.

La caja, elemento vital en un vehículo de este tipo, mantiene sus 650 kg de capacidad de carga, redujo sus medidas a lo largo (1,18 a 1,01 metros) y en cuanto a la superficie (bajó de 1,4 a 1,3 m2) pero aumentó el volumen de 680 a 844 litros.

Motor

Una de las grandes novedades del modelo es la incorporación del motor 1.3 de 99 CV que ya hemos manejado, por ejemplo, en Argo. Si bien es un viejo conocido, nos propusimos despejar la incógnita de cómo trabaja asociado a este chasis.

Este 1.3 se denomina Firefly y tiene un funcionamiento suave, progresivo y sumamente elástico a partir de las 2.000 rpm.

La caja es manual de cinco marchas, con unas relaciones cortas para “empujar” y con un recorrido que podría ser algo más breve y directo: cuando la apuramos puede mostrarse dubitativa.

Con este bloque “mil tres” obtuvimos mejores registros de consumo que de aceleración: los casi 13 segundos (12,9) que obtuvimos para el cero a cien o el kilómetro en casi 35 dejan en claro que busca ser más eficiente que performante.

En autopista, a 130 km/h y girando a 4.000 vueltas, pide 7,6 litros “cada cien” con una autonomía de casi 900 km y en ciclo urbano pesado 9 litros cada centenar de kilómetros, cifras que cualquiera que use esta Strada para trabajar o moverse entre zonas interurbanas abrazará.

Comportamiento dinámico/off road

Lejos está esta Strada de ser un vehículo pensado para hacer off road, pero si las inclemencias del camino nos presentan un desafío cuenta con el sistema de tracción E-Locker TC+, que envía par a la rueda que esté mejor apoyada para traccionar mejor, algo similar (pero no idéntico) al anterior Locker, que mecánicamente hacía solidario el giro de las ruedas. A eso se le suma el ABS off road, un sistema similar al de Volkswagen que “prepara” la electrónica de la Fiat para cuando circulemos fuera del asfalto y así poder mejorar la frenada en tierra.

Los resortes fueron calibrados y pensados en la región, con lo cual están equilibrados y apoyados en caucho 206/60/15 que contribuye al confort de marcha y aportan un plus de grip al tratarse de dibujo de uso mixto. A velocidades elevadas manifiesta una aceptable tenida direccional con las típicas penalidades de un vehículo con esta silueta y un correcto desempeño en curva. En ciudad, prácticamente sin problemas para atravesar todo tipo de cunetas y bocacalles, que no supondrán un obstáculo para un vehículo acostumbrado al traqueteo en la metrópoli.

Por último, a la hora de hablar de los frenos, discos delanteros y tambor traseros que detienen a la Strada de 100 a 0 en 44 metros, una distancia que podría ser mejor si la goma fuera “citadina”.

Rivales y mercado

El segmento de pick up chicas se reduce a la Fiat Strada y a la Volkswagen Saveiro. Teniendo en cuenta la nueva e inédita silueta con puertas traseras y su buen equipamiento de seguridad, el producto de la marca italiana se posiciona, además de su histórico linaje, como una de las opciones predilectas para quien busca un vehículo para llevar a la familia, para trabajar en la semana o para hacer ambas cosas. Lo avalan casi 25 años de experiencia.

+ Rediseño acertado
+ Consumo/Autonomía
+ Equipamiento de seguridad
– Distancias de frenado
– Selectora
– Plazas traseras

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