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Prueba Peugeot 5008 Allure Plus THP | Esencia familiera

Manejamos la variante naftera tope de gama del monovolumen devenido en “SUV”. Lugar para siete pasajeros, motor de 165 CV, Grip Control y una muy buena dotación de seguridad y confort en envase grande.

Este año el Peugeot 5008 cumple una década de vida. Pero hace dos que el otrora monovolumen tomó un giro inesperado cuando se pasó al mundo de los crossovers. Aun así, mantuvo su esencia familiera pero con una cuota off road que siempre viene bien si entre los planes está escaparle al asfalto en familia.

Look león

Se puede decir que es un maxi 3008 con total tranquilidad, ya que comparte los rasgos felinos (“Sharp Design”) con el mediano. La silueta del Peugeot 5008 naturalmente está adaptada a la incorporación de la tercera fila de asientos que lo hace un poco menos filoso y más cuadrado aunque la integración es imperceptible.

La versión evaluada Allure Plus se ubica como tope de gama por encima de Allure a secas y pese a que no hay Feline es la más equipada de la gama.

La dotación comprende seis airbags, ESP y tracción, control de velocidad crucero adaptativo, alerta de riesgo de colisión con frenado automático de emergencia, sistema de mantenimiento de carril, detección de punto ciego, asistencia de estacionamiento, alerta de fatiga, techo solar enorme y hasta cargador inalámbrico de celular. Poco -casi nada- para reprocharle.

El espacio en el baúl dependerá de cuánta gente haya que transportar. Los números y las posibilidades entran en juego con 350 litros de base si están las tres filas en su esplendor, pero se puede ampliar (inhabilitando las respectivas filas) de 780 a 1.940 litros.

Hay espacio

El crecimiento de cotas de este Peugeot 5008 respecto de la generación anterior por supuesto se traduce en mayor espacio para todos. El aumento de distancia entre ejes de 2,6 a 2,8 y la longitud de 4,3 a 4,6 no hace más que respaldar este apartado.

La posición de manejo es muy buena y hay que destacar que cuenta con el iCockpit, un concepto de habitáculo que ya hemos manejado en otros Peugeot y que pone el tablero por encima del volante, algo a lo que muchos todavía no se acostumbran.

Tanto volante como butaca (eléctrica) cuentan con múltiples regulaciones. Tablero (12”) y centro multimedia (8”) íntegramente digitales, con muchísima información, personalización, GPS nativo y conectividad android auto y car play.

Hay un gran trabajo de materiales y eso se nota ni bien ingresamos al habitáculo, con una grata impresión y se confirma cuando posamos la lupa sobre la plancha y demás materiales, de buena factura y encastres. Nos gustó mucho el combo de comandos tipo teclas de piano, de materiales que denotan jerarquía y estéticamente suman al conjunto además, claro, de su funcionalidad.

Motor

No hay sorpresas por aquí. El eficiente THP de 165 CV moviliza este tanque de casi 1500 kilos. Se trata de un impulsor de primera, explosivo y que le permite al 5008 moverse sin sobresaltos más que para bajar tiempos en la pista.

La gama está compuesta por el diesel 2.0 HDi de 150 CV (que comparte con 3008) y este, ambos asociados a la correcta caja automática de seis relaciones (de bonito selector) con convertidor de par que es suave, entrega un cambio de marchas correcto y cuenta con modo manual a través de levas al volante.

Entrega su máximo torque antes de las 1500 vueltas y eso le confiere una muy buena agilidad que lo puede hacer circular a bajas velocidades en marchas altas.

Las aceleraciones son buenas, con menos de 11 segundos para el cero a cien y recorre el kilómetro en menos de 32. Lo mejor es que no se traduce directamente en los consumos ya que los consumos son potables, con 6 a 100 km/h, 8,5 a 130 y 10,5 en el ciclo urbano.

Casi un SUV

Decimos así porque Peugeot 5008 no ofrece una variante con tracción integral sino que lleva en sus entrañas el Grip Control que incorpora toda la familia “00” de Peugeot (y alguno de sus primos Citroën).

Desde una rueda permite cinco modos con parámetros electrónicos preestablecidos de acuerdo a la superficie (normal, nieve, barro, arena y ESP off). A eso se le suma un modo sport que estira los cambios hasta el corte y mejora la respuesta del acelerador. En definitiva, no es 4×4 pero estira un poco los límites en pos de sacarte de un apuro.

Más allá de su costado fuoripista, su esquema independiente hace prever un andar confortable y ambivalente, pero el perfil de los neumáticos puede transmitir algún “golpe” en el interior en caso de algún pozo o bocacalle pronunciada.

En ruta su comportamiento es dócil y aunque por su fisonomía puede verse afectado por algún viento lateral, su andar es franco y siempre estarán los sistemas activos de seguridad para mantenerlo en línea.

A la hora de medir la frenada, nos parecieron mejorables los 42 metros que necesitó para frenar de 100 km/h a cero, y cuando llega el momento de estacionarlo hay que tener en cuenta sus casi cinco metros de largo, pero cuenta con sensores y cámaras que permiten ubicarlo sin mayores inconvenientes. Además, al tener apoyacabezas tipo coma, la visual no se ve tremendamente obstruida.

Precios y rivales

Si bien es fácil segmentar al 5008, no lo es tanto encontrarle alternativas o rivales. En la lista se anotan Citroen Grand C4 Spacetourer, Dodge Journey, Hyundai Santa Fe, Kia Sorento, Volkswagen Tiguan todas con siete asientos y diferentes motorizaciones y medidas.

El Peugeot 5008 vino para reavivar un segmento que estaba algo aletargado. Trae consigo aptitudes, diseño y equipamiento.

+ Calidad
+ Motor
+ Equipamiento de seguridad

– Auxilio temporal
– Espacio en tercera fila
– Distancia de frenado

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