Renault y Nissan comunicaron oficialmente que luego de “meses de discusión” llegaron a un acuerdo para renovar la histórica alianza que tienen desde hace más de veinte años. La idea es, en palabras de las compañías, fortalecer los lazos y maximizar resultados en tres etapas.
La primera consiste en renovar las estrategias y crear proyectos de valor agregado en diferentes regiones del mundo como Latinoamérica, India y Europa y abordando el mercado, los vehículos y las tecnologías.
El segundo paso será mejorar las iniciativas y las inversiones de Nissan en Ampere (la nueva división de eléctricos de Renault) para convertirse en un accionista estratégico para, naturalmente, mejorar, aumentar y seguir desarrollando su pata electrificada.
La tercera es quizás la más resonante y tiene que ver con la porción accionaria. Renault y Nissan se quedarán con una participación igualitaria del 15% en la alianza, incluyendo la participación a la hora de los votos.
Renault Group transferirá 28,4% de las acciones en Nissan a un fideicomiso francés. De todos modos, independientemente de las votaciones, los beneficios económicos hasta que se dé el traspaso seguirán siendo de Renault.
Así las cosas, una de las alianzas más longevas y activas de la industria automotriz se reformula, con partes iguales para ambas marcas y con miras puesta a lo que será el futuro de sus productos, sobre todo, electrificados.