Volkswagen presentó en Holanda un Polo muy especial. Se trata del Arlequín, un modelo con muchos colores que está basado en el Polo Arlequín (creado con el hatchback de tercera generación) lanzado en el mercado europeo en 1995.
Historia
En aquel entonces la región tuvo también su edición con una versión especial del Gol a la que denomino Gol Top; y que la filial local de Volkswagen puso a la venta en 1996.
El Gol Top, extinto por estos lares, lucía distintos colores en el paragolpes, parrilla, capot y puertas. Una combinación exacta a la que reviven los holandeses en el Polo. Aquella serie limitada equipaba el motor GLI.
Estética
El hatchback de la marca alemana cuenta con paragolpes amarillo, capot verde, guardabarros delanteros azules, puertas amarillas y verdes, techo y guardabarros y parantes traseros rojos, portón amarillo y paragolpes verde.
La historia del Polo Arlequín comenzó con la tercera generación del modelo del segmento B y el sistema de bloques de construcción, con cuatro componentes básicos identificados con colores: azul para motor y chasis, amarillo para equipamiento, rojo para opciones y verde para colores de pintura.
Con ese criterio, la marca hizo veinte unidades con esos colores destinados a actividades promocionales en los eventos de los concesionarios. La personalización gustó y formó parte del vehículo de producción.
Habitáculo
En el interior, el Polo Arlequín europeo contaba con tapizados con los cuatro colores Arlequín, volante deportivo con cuero azul, palanca de caja el logotipo de Arlequín. Además, las primeras 1.000 unidades incluían un llavero numerado y un certificado.
Con el éxito impensando del Polo multicolor, Volkswagen logró comercializar más de 3.800 unidades. En Argentina, la marca vendió el Gol Top, con una propuesta similar aplicada al modelo ofrecido en 1997.