Renault presentó a su comité central de empresa el proyecto de reorganización del grupo, que incluye la designación de Thierry Bolloré y de Jérôme Stoll (ex responsable de Renault Brasil y Mercosur) al frente de las funciones que hasta finales de agosto recaían en su "número dos", Carlos Tavares.
Tras la salida de Tavares, que ocupaba el puesto de director general delegado de operaciones, el presidente de Renault, Carlos Ghosn, apostó por la no sustitución de ese cargo y la creación de dos nuevas direcciones dependientes directamente de la presidencia.
A partir del 10 de septiembre, según se anunció la firma a través de un comunicado, Bolloré queda a cargo de la dirección vinculada a la competitividad, que agrupa las direcciones de diseño de productos y programas, ingeniería, compras, fabricación, cadena de suministro, calidad e informática.
Su misión, según Renault, será reforzar el desarrollo de una gama de productos "atractiva", mejorar la competitividad de la oferta, optimizar los costos, incrementar la calidad y aumentar la rentabilidad de los programas.
A partir de ese mismo día, sustituirá a Bolloré como director de fabricación y de logística el español José Vicente de los Mozos, miembro del comité ejecutivo del grupo.
Encargado de la segunda rama directiva, la asociada a los resultados, queda Jérôme Stoll, que conserva la dirección de comercio y de marketing, y que supervisará las actuaciones en Europa, África, Eurasia, América, Asia y el Pacífico.
"Hemos querido actuar rápidamente y de manera transparente, a través de una organización simple y clara, que responde a un triple objetivo: acelerar y ampliar nuestra dinámica de progreso, garantizar los resultados y reforzar la responsabilidad de las regiones", indicó Ghosn en el comunicado.
Tavares dejó su puesto el pasado 29 de agosto, y aunque la marca del rombo anunció que planeaba dedicarse a sus "proyectos personales", éste no ha disimulado posteriormente su interés en compañías como Ford o General Motors.