Pueba RAM 2500 | Comodidad y empuje big size

Si bien la 1500 oficiaba de modelo de volumen, la marca sabía que al segmento de full size iban a llegar nuevos exponentes y para no perder terreno en una franja peculiar del mercado (pero con su peso específico) puso en cancha la variante 2500 que ilustran estas líneas.

Este transatlántico está impulsado por un motor turbodiesel (único modelo con esta motorización) de 365 CV y una descomunal capacidad de arrastre y carga. La manejamos una semana en TiempoMotor y estas son nuestras conclusiones.

Estética y equipamiento

Qué decir de su look. Es bestial desde donde se la mire, pero más desde su sector frontal, dueño de una parrilla cromada que mete miedo desde el espejo retrovisor. El rojo de nuestra unidad apuntalaba la espectacularidad de un vehículo de más de 6 metros de largo. No vas a pasar desapercibido, eso está claro.

El resto de la silueta sigue con el manual de lo que debe ser una pick up: ofrece estribos (en detrimento de su ángulo ventral) y en los costados de la caja unos RAM box que suman 135 kilos de carga cada una. Claramente la idea es tener un plan B por si los 1088 kg que admite la caja de carga (el portón es de apertura eléctrica) te quedan cortos. En ese sector nos encontramos con protector, ganchos de sujeción y cornamusas con corredera.

Como única versión disponible y por la jerarquía de un modelo de este porte, la 2500 está muy bien equipada. Por el lado de la seguridad cumple con lo justo con seis bolsas de aire, espejo fotocromático, faros antiniebla delantero y trasero, fijaciones isofix y controles de tracción y estabilidad. A eso también le sumamos control de tráfico cruzado y de ángulo muerto, clave en un vehículo de este tipo. De todos modos, nos podemos poner exigente y empezar a pedir ADAS, sobre todo en un segmento de esta jerarquía.

En el apartado de confort destacamos el techo solar, climatizador bi-zona, butacas delanteras con regulación eléctrica, ventilación y calefacción (traseras y volante también), sensor de luces y lluvia y la cámara de estacionamiento con sensores delanteros y traseros como lo más destacado. Una dotación que tiene más peso en la nómina del confort que del de la seguridad.

Habitabilidad y multimedia

Hay casi 4 metros entre ejes (3,79 para ser exactos) y con eso le alcanza para ofrecer un espacio increíble sobre todo en las plazas traseras. Como te contamos por el lado del equipamiento, cuentan con calefacción -algo no tan común- y también se pueden acomodar para formar un piso plano y disponer de más espacio aún.

Adelante el cockpit es similar al de un avión. Llama muchísimo la atención que el volante no regule en profundidad pero equilibra con una pedalera con regulación eléctrica con lo cual va a ser un poco más fácil acomodarse. Incluso el apoyabrazos se transforma en una sexta plaza por si la situación lo amerita.

El tablero es una fuente de información enorme. Cuenta con infinidad de relojes (puede marear al principio pero uno se termina acostumbrando) y una sección digital que complementa. Tanto la iluminación como la información es excelente.

Al enorme tablero lo acompaña….una enorme pantalla. Es tan grande que es de disposición vertical, con diversos “escalones” de funcionalidad. Son 12 pulgadas con todas las conexiones modernas (android auto y car play), información con todo lo relacionado al trayecto, al auto y al confort también. Ah, y es configurable.

En definitiva, la habitabilidad y la tecnología a bordo hacen de la RAM uno de los vehículos más confortables, espaciosos y tecnológicos disponibles en el país.

Motor

Uno de los grandes diferenciales se encuentra bajo el capot. Se trata del Cummins 6.7 -en línea- que desarrolla 365 CV, algo que queda en segundo plano cuando leemos en la ficha técnica que tiene un torque de 1020 Nm, una animalada total. Con esas cifras puede arrastrar hasta 7861 kilos, más del doble de lo que puede remolcar el promedio del segmento mediano de pick ups.

Naturalmente todo ese esfuerzo se compensa con combustible. La RAM y sus casi 7 litros piden bastante diesel para generar semejante output. Incluso en ruta, la 2500 nos pidió 10,9 litros circulando a 100 km/h y, a 130 km/h, la cifra se dispara a casi 15. Hablando de disparar, en ciudad dependerá del peso del pie derecho de quien conduzca, pero no sorprende que sobrepase los 20 litros “cada cien”. A no preocuparse por la autonomía que está a resguardo gracias a un tanque de combustible de 138 litros.

Al Cummins lo acompaña una caja (al volante, como en los Falcon de antaño) de seis velocidades que puede manifestar algunos patinamientos y dudas, pero que cumple con la tarea de bajar la potencia y el torque a las ruedas. Además, retiene cambios para hacer más eficiente el empuje.

Comportamiento dinámico/off road

Como buena Heavy Duty, la 2500 puede traccionar con las cuatro ruedas mediante la selección del conductor, que podrá optar con tres modos clásicos: 2WD, 4×4 alta y 4×4 baja.

En pavimento la 2500 va bien, no muy cómoda, y con repercusiones en el habitáculo, sobre todo en cunetas o bocacalles. Las llantas de 18”, de diseño anticuado, están acompañadas de un caucho 275 con talón 70 con lo cual la goma ayuda a atemperar este comportamiento. Su dibujo está ubicado en un término medio, para poder drenar eficientemente en pavimento y para agarrarse bien fuera de él.

Fuera del camino la 2500 es un tren que no le tiene miedo a nada. Nomás hay que tener cuidado extra con la longitud del vehículo que puede jugarle en contra a la hora de atravesar obstáculo con la “panza”. A velocidades constantes también hay que andar con cuidado por la inercia que generan las 3,5 toneladas que pesa sobre todo en curvas de mediana intensidad. Por lo demás, va bien plantada y la altura con la que se maneja da un plus de seguridad.

Para finalizar el apartado dinámico, una frenada de 47 metros pese a contar con cuatro discos en las ruedas.

Precios y rivales

Por su motorización no tiene competidores directos. Sí puede ser una alternativa la Ford F-150 Lariat, cuya nueva versión ya está en preventa a un precio apenas inferior. De todos modos la 2500 está un escalón por encima en materia de capacidades, con lo cual su cliente la buscará más para transportar cosas que para un vehículo del día a día. Quien la tenga entre ceja y ceja (es más una compra irracional que lógica) encontrará en la 2500 un vehículo enorme, muy capaz, confortable y seguro con personalidad propia.