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Prueba Fiat Toro EtorQ 1.8 | Para usos múltiples

Manejamos la flamante variante que se incorporó a la gama Toro con el conocido motor naftero de 130 CV y disponible únicamente con caja automática de 6 y tracción simple. Se posiciona como nueva entrada de gama de la pick up.

Desde su lanzamiento en 2016, Fiat se inclinó por motores turbodiesel para nuestro mercado. A principios de 2019 la marca apostó por ofrecer más alternativas, por eso nos subimos a la Toro naftera con el motor 1.8 de 130 CV de la familia Renegade y ofrecido exclusivamente con la caja automática de seis marchas.

Fiat Toro Nafta
Fiat Toro Nafta

La de siempre

Hay que ser veloz: la única manera de identificar esta nueva variante de Toro es mirando las llantas. El diseño y la medida (16”) que la visten son exclusivos a este modelo, independientemente de algunos detalles de equipamiento que salen a la luz con una segunda mirada.

Esta EtorQ se ubica como entrada de gama (Freedom) a la familia Toro, y es la única opción naftera y 4×2 disponible. Aun así la dotación es buena, con siete airbags, ABS, ESP, control de tracción y faros antiniebla como lo más destacado por el lado de la seguridad. mientras que en confort cámara de estacionamiento y sensores traseros, tapizados de cuero, lona maritima, protector y anclajes (8) de caja.

Y ya que estamos en la zona, la apertura de doble hoja es, por un lado, más liviana a diferencia de las volcadoras, pero requiere una doble maniobra para abrirla en su totalidad y la boca de carga puede ser algo angosta con algún objeto voluminoso. Pero ojo, porque de los 1.000 kilos de capacidad que tiene la Multijet (170 CV), la naftera apenas permite 650.

Adentro

Con 2,99 entre ejes sorprende que la habitabilidad no sea su fuerte aunque quienes viajen atrás no tendrán mayores problemas. Dispondrán de tres apoyacabezas y tres cinturones inerciales.

Quien se ponga al comando tendrá una butaca mullida con doble regulación manual (la full con reglajes eléctricos) al igual que el volante en altura y profundidad, que además cuenta con un buen grip y comandos satelitales.

En materia de calidad, la Toro siempre hizo gala de una muy buena presentación y uso de materiales nobles, aunque algunos detalles merecerían mayor atención.

Por el lado de la multimedia, el siempre bienvenido Uconnect, de interesante interfaz y conexiones (sin android auto ni car play) y con una pantalla de 5”, de buena respuesta al tacto que deja gusto a poco.

El gran cambio

Por supuesto que la génesis del modelo radica bajo el capot, con el cambio de bloque Multijet por el conocido naftero EtorQ con un arbol de levas a la cabeza y distribución a cadena con lo cual el usuario puede tomarse la licencia de sustituirla.

La única opción disponible por el lado de la transmisión es la caja automática de 6 de correcto desempeño, con opción secuencial (y levas) y pasaje de marchas suave.

El 1.8 es un motor doméstico, con prestaciones correctas. en nuestras pruebas necesito 14,8 segundos para alcanzar el cero a cien y algo más de 36 para cubrir el kilómetro. Es muy progresivo y su mejor rendimiento lo encuentra en la zona media del cuentavueltas donde encuentra todo su potencial.

A la hora del consumo, acusa 10 litros cada cien circulando a 100, y promedios de 12  y 13 en ciudad y ruta a 130 km/h, respectivamente. Cifras en donde su silueta y su peso (1,7 toneladas) son los responsables de su desempeño en el surtidor.

Prueba dinámica

Pese a ser monocasco la Toro mostró desde el principio una plausible robustez. Esta variante naftera solo se comercializa 4×2 con lo cual carece de alguna asistencia o solución para el off road.

Nuestra sugerencia es que su uso se limite a caminos de tierra y algún ocasional barro aunque teniendo en cuenta sus limitaciones de tracción y que no trae cubre-carter como su hermana diesel.

Cuando sale a la ruta su andar es franco y aplomado además de que, ante alguna eventualidad, dispone de control electrónico antivuelco y en el peor de los casos el ESP fiscaliza todo celosamente.

En ciudad saca provecho de su suspensión trasera independiente calibrada por y para el Mercosur y atraviesa sin ningún problema por cunetas y bocacalles, y copia cualquier irregularidad del camino sin mayores inconvenientes.

A la hora de maniobrar, los sensores. la cámara y la dirección eléctrica ayudan a ubicar a la Toro en cualquier espacio físicamente apto para estacionarla.

Por último, atención a la visibilidad trasera que está algo reducida por el tamaño de la luneta y al ángulo de giro, que aunque mejorado (12,2 a 12,9 metros) respecto de la variante diesel, sigue siendo reducido.

Gama

Tras varios años en nuestro mercado, la gama Toro sufrió fuertes modificaciones y ahora quedó conformada unicamente por tres variantes: ésta EtorQ 4×2 automática, Freedom 4×4 AT (de nueve velocidades) y la Volcano tope de gama también 4×4 y con la caja de nueve.

Con este motor y esta configuración Fiat quiere seducir al cliente que no necesita amortizar el diesel, ni disponer de tracción integral: en definitiva es la Toro para usos múltiples.

Rivales

No es fácil encontrarle rival directa a la Toro, un vehículo que está medio escalón por debajo de las pick up medianas. Por concepto podría ser la Renault Duster Oroch 4×2 aunque no dispone de una variante automática y es algo más pequeña.

Fiat Toro Nafta

Fiat Toro Nafta

Fiat Toro Nafta

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