Parece que lo que es un clásico para algunos, se está transformando en tendencia… en fin… Apelando nuevamente a la ayuda de los amigos concesionarios te contamos que la marca del óvalo cambió la oferta del monovolumen S-Max.
Tal como se había anunciado hacia fin de año, la marca modificó la oferta de este vehículo de la familia de alta gama de Ford, a los cambios que aplicó en la gama Mondeo ahora le toca al monovolumen. Con la versión Diesel fuera de carrera, la marca incorporó una versión naftera más asequible. Pero además, en aproximadamente unos tres meses se estarían incorporando al mercado local los leves retoques que recibió este modelo en el Viejo Continente.
Hasta ahora, la oferta estaba integrada por el S-Max 1.8 TDCi Trend. Este vehículo con motor de 1.753 cc entregaba una potencia de 125 CV y venía con caja manual de 6 marchas; alcanzaba una velocidad máxima de 190 km/h y aceleraba de 0-100 en 11,40 segundos.
En el tope de gama continúa la S-Max 2.3 Titaniumn. Esta versión con motor naftero de 2.261 cc entrega 161 CV y viene acoplado a una caja automática de 6 marchas; alcanza una velocidad máxima de 194 Km/h, acelera de 0-100 en 11,20 segundos y acusa un consumo medio de 9,70 L/100 Km.
ENROQUE 
Con la salida de la versión gasolera, la marca introduce a la oferta la S-Max Trend con motor 2.0 litros naftero que entrega 145 CV.
Las diferencias con el tope de gama de este modelo que se importa desde Bélgica están, además de la motorización, en que no cuenta con asientos de cuero (en su lugar ofrece tela) y luces de xénon.
Por lo demás –a excepción del precio- comparten algunos equipamientos como: tres filas de asientos con siete butacas individuales; sistema de control por voz (V2) para dispositivos y Bluetooth; doble techo panorámico; sensores de estacionamientos delanteros y traseros; 9 airbags; y la artillería de siglas de seguridad: ABS; EBD; EBA; ESP más control de tracción.
Así, la oferta actual del monovolumen queda en $156.000 para la versión 2.0 L Trend y $182.500 para la 2.3 Titanium.