El mercado chileno, abierto y uno de los más competitivos siempre cuenta con modelos interesantes y de marcas hasta desconocidas en estas tierras. La estructura de mercado así lo permite.
En este tren, y mientras en la Argentina se libra una competencia interesante en el segmento de las pick ups… del otro lado de la Cordillera, la japonesa Honda lanzará en marzo la Ridgeline. Ante la cercanía, se consultó sobre si podría llegar pero “no está en análisis”.
En el país vecino sale a competir en un mercado que representa el 20% del total de las ventas. Y aunque se descarta por aquí es interesante ver cuáles son los argumentos de este vehículo.
La Ridgeline está construida sobre un chasis monocasco, derivado del todoterreno Pilot, por lo que la cabina y caja forman un solo conjunto. Mide 5,2 metros de largo, 1,9 m de ancho y 1,7 m de alto, con 3,1 m entre ejes.
Viene equipada con un V6 de 3.5 litros, asociado a una caja automática de cinco marchas que entrega 253 Hp y 336 Nm; cuenta sistema de tracción total VTM-4, suspensión independiente en las cuatro ruedas, y control de estabilidad. La capacidad de carga es de 500 kilos, y la capacidad de arrastre sube a 2.600 kilos.
La Ridgeline integra el segmento de las camionetas medianas, donde compite con la Nissan Navara, Toyota Hilux y Dodge Dakota en el país vecino. Sería interesante imaginar, dado el peso de la marca aquí, cómo jugaría en un segmento que se viene poblando con la nueva VW Amarok, la Nissan Frontier; Ford Ranger; Chevrolet S10; Mitsubishi L200 y la líder del mercado: la Hilux.