El grupo italiano Fiat elevó su participación en su socio estadounidense Chrysler desde el 25% hasta el 30%, en virtud de lo estipulado en el acuerdo de asociación entre las dos multinacionales, con el ok del Gobierno estadounidense.
Tras el cambio de acciones, ahora el capital de Chrysler se divide: en un 59,2% para el fondo de pensiones del sindicato United Auto Workers (UAW), un 30% para Fiat, un 8,6% para el Tesoro estadounidense y un 2,2% para el Gobierno canadiense.
Fiat había avanzado del 20% al 25% su participación en Chrysler en enero pasado, luego que la italiana anunciara sus planes para producir un nuevo motor en Estados Unidos. La empresa contaba con un derecho para elevar en un 15% la participación del 20% que tomó inicialmente en Chrysler, elevándola hasta el 35%, ejecutando tres tomas de un 5% cada una, pero condicionadas a la implementación de determinados compromisos en materia industrial.
De esta forma, el consorcio italiano recibió un 5% adicional en enero, cuando Chrysler se comprometió a fabricar la familia de motores de Fiat FIRE en Estados Unidos. Ahora suma otro 5%, ya que Chrysler genera ingresos de más de u$s1.500 millones fuera de Norteamérica y alcanzó determinados acuerdos de distribución en Sudamérica y Europa.
Ya te habíamos contado que Chrysler había logrado un acuerdo en Brasil a través del cual la marca iba a comercializarse a través de los concesionarios Fiat y productos bajo la marca italiana como el caso del Freemont (Dodge Journey). Este acuerdo se suma al alcanzado en Europa para vender los modelos de Chrysler bajo la firma Lancia.
Con este nuevo paso, Fiat aún puede hacerse con el último tramo del 5% cuando Chrysler reciba ‘luz verde’ de las autoridades correspondientes para fabricar en Estados Unidos un coche de bajo consumo y reducidas emisiones, basado en una plataforma de Fiat.
Por cada uno de estos compromisos que no se hayan cumplido en enero de 2013, Fiat podrá hacerse participaciones del 5%, pero tendrá que pagar dinero por ello.
Fiat cuenta con una segunda opción para comprar hasta un 16% de Chrysler, sin poder superar en total el 49%, hasta que la compañía estadounidense devuelva los créditos recibidos de Estados Unidos y Canadá.