Los problemas con el desabastecimiento de combustible, que llegó a su pico máximo el fin de semana con la mayoría de las estaciones de Capital y Gran Buenos Aires cerradas, continuarán hasta mañana. Es que levantada la medida de fuerza que anuló la distribución hasta el sábado, la logística del reabastecimiento comenzó a normalizarse lentamente recién ayer a partir del mediodía.
Todo comenzó el lunes pasado, poco después de que CFK le pidiera públicamente a la CGT “racionalidad y sentido común” en sus reclamos económicos. En clara actitud desafiante, los conductores del sindicato que no esconden sus intensiones de formar parte de una fórmula para gobernar el país salieron a bloquear la salida de los camiones de las distribuidoras de combustible. La Federación de Camioneros le reclamaba a estas empresas el pago de un adicional de 2.000 pesos para los choferes de los camiones cisterna.
Luego de dos días de bloqueos a las destilerías de YPF, Shell, Esso, Dapsa y Petrobras; el ministerio de Trabajo impuso el martes la conciliación obligatoria. El gremio que en los hechos es comandado por Pablo Moyano, el hijo del titular de la CGT, aceptó la medida un día después, pero el jueves a la tarde volvió a atacar decretando el trabajo a reglamento. Esto provocó que sólo se pueda concretar el 60% de las entregas de naftas y gasoil que se realizan habitualmente.
Si bien el sábado las empresas transportistas firmaron un acuerdo con el gremio y la medida de fuerza fue levantada, Rosario Sica, el titular de la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra), dijo que recién el miércoles va a quedar normalizado el servicio de expendio.
“Lo que pasa es que los camiones cisterna necesitan jornadas de doce horas para completar un reparto normal de combustible. Como estaban trabajando a reglamento, con ocho horas son muchos los puntos de venta que quedan desabastecidos”, dijo Sica.
Desde la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), le pasaron parte de la responsabilidad a las refinadoras. “La situación se está normalizando, pero lentamente. De todas formas las petroleras deberían poner más empeño”, dijo Manuel García, titular de la AESI.
El problema del abastecimiento afectó incluso a algunas líneas de colectivo que debieron disminuir su frecuencia. Las líneas afectadas durante el fin de semana fueron las 10, 17, 70, 168, 45 y 65. Los dueños de los colectivos urbanos destacaron que, si bien la medida de fuerza de los camioneros incidió en las entregas, parte del faltante de combustible también se debe a los recortes de los cupos del gasoil subsidiado que han aplicado en forma arbitraria las principales petroleras.