La nueva generación de la Chevrolet S10 adoptó cambios en Brasil, donde General Motors la produce para toda la región. No modificó su conocida estética, pero sí adoptó mejoras mecánicas y de equipamiento.
En primer lugar, la novedad pasa por la incorporación de un nuevo propulsor de la familia Ecotec. Se trata de un cuatro cilindros con 2,5 litros, 16 válvulas, sistema de inyección directa de combustible (SIDI) y doble comando variable de válvulas, características que le aportan una cuota extra de tecnología a la chata del moño.
Este motor desarrolla una potencia de 206 caballos, cifra que lo posiciona como el más potente de la oferta de la pick up, además de un torque máximo de 268 Nm. A diferencia del el 2.4 naftero (disponible para la versión básica LS y con caja de quinta) se asocia exclusivamente con la transmisión manual de seis velocidades, también presente en las variantes Diesel con motor 2.8 de 200 CV. Además, puede tener tracción trasera o 4×4.
Las novedades de la gama 2015 se hicieron extensivas al habitáculo, sector en el que incorporó nuevos materiales para la plancha de a bordo y apliques brillosos para la consola central y otras piezas. También se mejoró la insonorización de la cabina, mientras que las variantes LTZ agregaron ayuda al arranque en pendientes y control de descensos.
Por su parte, la suspensión delantera y trasera recibió una nueva puesta a punto que le provee mayor rigidez al conjunto, algo que se complementa con la dirección de respuesta más precisa.
