5- CITROËN C3 1.4 SX $48.010 (bonificado)

Nos vemos obligados a tomar de referencia el segundo en la escala de precios, el SX ya que el X es poco menos que el patito feo da la gama: a un equipamiento harto básico le suma la discriminación de poder subirse a él sólo a través del plan de ahorro de la marca: casi que funciona como el anzuelo para pagar una cuota barata y pegar –apenas adjudicado o sorteado- el salto a otra cosa. Es más, ni siquiera en la generosa flota del departamento de prensa de la marca tuvo nunca un exponente para testear. Hay que reconocer que su inexistencia en la calle habilita el éxito de la estrategia comercial: tener un C3 accesible como gancho… y que todos compren las versiones más caras.

Ahora que sabés que haremos referencia al 1.4 SX y te contamos que el último restyling le alcanzó para seguir siendo el más moderno y bonito de la categoría (a las chicas no hay que “vendérselo” se enamoraron hacer rato de su proverbial simpatía); es también –aún en esta versión- el que mejor tratamiento interior recibe de todos –justo es reconocer que también es el más caro- y la motorización de 75 CV le alcanza para ubicarse en la media de rendimiento y performance: está comprobado que quien accede a este segmento necesita un impulsor que gaste poco por sobre la performance pura.

Si tenemos que marcarle una contra clara al C3 –pensando en familias tipo con críos pequeños o en camino- es el espacio trasero: se bancan niños… que cuando pegan el estirón de la adolescencia ya se quejan. En este auto tratar de ubicar un sillín de seguridad para los más pequeños es un pequeño engorro. La única ventaja en este aspecto lo da el hecho de contar con cuatro puertas.

A favor: el valor de reventa, el desempeño dinámico, la pinta que le hace al empobrecimiento de todo low cost: aún con mucho menos sigue siendo un digno C3 con la dote mínima de confort y no es una versión adelgazada a posteriori para dar en el peso (mejor dicho en los pesos) de la categoría.

Se ofrece en siete colores y si el tema del espacio no es condicional de compra (descontando la cuestión monetaria) es el que te deja el ego más lleno… además si tu mujer también maneja, la elección del auto no se discute.