La marca alemana que se prepara para todas celebraciones de los 50 años de su clásico 911, y como previa presenta en el Viejo Continente otra de las joyas de su corona que –como debe ser- sus ingenieros han conseguido una transformación lógica para que los amantes de la marca disfruten de una conducción especial: también en el nuevo Cayman.
El nuevo Cayman ganó seis centímetros de distancia entre ejes, sus vías delantera y trasera se ensancharon y tiene una altura diez milímetros más baja que su antecesor. Estas características, junto a los 30 kilos menos que acusa y a unos motores más potentes, le permiten mejorar su comportamiento dinámico.
A nivel diseño, el nuevo Cayman es mas alargado y plano, con un parabrisas desplazado hacia delante y una línea de techo que se prolonga más hacia atrás. Presenta grandes faros de forma irregular con los intermitentes incorporados.
Con ello, este biplaza coupé, ahora ofrece un volumen de carga detrás de los asientos de 275 litros, a los que hay que sumar otros 150 litros de un profundo y cuadrado portaequipaje bajo el capót.
Puertas adentro es un Porsche. No hay mucho mas que agregar. Si es para mencionar, los avances técnicos del nuevo Cayman. La carrocería mezcla varios tipos de acero de diversas resistencias con aluminio lo que ha permitido reducir 30 kilos su peso.
Los frenos se han optimizado, con discos mayores delante, mejoras en la ventilación y pinzas más rígidas, y en la dirección se han hecho algunos ajustes para ganar en precisión.
Los motores del Cayman y el Cayman S son básicamente los mismos pero con varios retoques en la electrónica y en la gestión térmica que le permiten entregar una potencia algo más elevada, y alcanzar un consumo de combustible hasta un 15% inferior que la versión anterior.
El nuevo Cayman equipa el Bóxer de 6 cilindros en disposición central, con inyección directa y distribución variable de 2.706 y 3.436 cc para el Cayman y Cayman S respectivamente, que entregan 275 y 325 CV a 7.400 rpm con un par moto de 290 y 370 Nm a partir de 4.500 rpm.
Las cajas de cambio no varían y siguen estando disponibles la manual de seis marchas y la automática con doble embrague y siete velocidades, conocida como PDK