Deporte motorSúper TC2000

CANAPINO EN LA PUNTA CON 128 UNIDADES

SÚPER TC2000: CANAPINO Y ORTELLI LES PUSIERON EL MOÑO A LOS 200 KM

El sueño del pibe. Agustín Canapino cumplió este fin de semana uno de sus anhelos: ganar en los 200 KM de Buenos Aires y nada más y nada menos que compartiendo su Chevrolet Cruze con Guillermo Ortelli, referente del arrecifeño en su carrera pero, por sobre todo, su ídolo desde siempre.

Cuando en 2000, Ortelli se consagró en el Turismo Carretera con Chevrolet, ese auto se lo preparó Alberto Canapino, papá de Agustín, quien con apenas 10 años celebró el segundo título del de Salto. Desde entonces, y con dos campeonatos más por festejar en aquella época, Canapino admiró y trató de copiar en todo al Rey.

Este año, en febrero, Agustín sorprendió a Guillermo con un pedido muy especial: que lo acompañara en los 200 KM de Buenos Aires a bordo del Cruze. Y Ortelli, alejado desde hace varios años del Súper TC2000, no dudó en responder que sí.

El binomio comenzó de manera inmejorable en el Gálvez, dominando Ortelli los entrenamientos de invitados. El sábado, a Canapino se le escapó la pole por 43 milésimas sobre José Manuel Urcera, quien voló con el Fiat Linea en el circuito número 9 del trazado porteño. Y el domingo, con un cielo amenazante, la dupla decidió que fuera Guillermo quien iniciara la competencia.

Con el semáforo verde, Ortelli se tiró a superar al brasileño Brito (invitado de Urcera) en la primera variante, pero el carioca mantuvo la cuerda e ingresó en el sinuoso del circuito adelante. Al cumplirse la segunda vuelta, Guillermo nuevamente se tiró por afuera pero Brito se defendió, los autos se rozaron y el de Fiat se quedó con el liderazgo.

Esa pelea se vio rápidamente afectada por una condición externa que obligó a cambiar rápidamente las estrategias de los equipos: la lluvia. Giro tras giro, era más intensa y las escuderías debieron recibir a las máquinas para el reemplazo de las ruedas con cubiertas ancorizadas.

Con los ingresos de los protagonistas a boxes, el pelotón fue cambiando y en la séptima vuelta encontró al binomio Pernía-Santero al frente con el Renault Fluence. Segundo se ubicaban Rossi-Ponce y terceros Morgenstern-Rissatti. Unos metros después, Ponce superó a Pernía y se adueñó de la vanguardia.

Pero con el correr de los minutos, la lluvia se convirtió en diluvio y los comisarios deportivos debieron intervenir la prueba con Auto de seguridad. Y así llegó la vuelta 25, cuando la mayoría de los coches nuevamente se metieron a los pits pero para esta vez cambiar a los pilotos. De esta manera, Ortelli le dejó el Cruze en la cima a Canapino, quien sólo se dedicó a mantenerlo sobre el asfalto cuando el agua menguó y la competencia se reanudó.

Giallombardo, con el Renault Fluence de Christian Ledesma, era su escolta (el de Mar del Plata partió 23º luego de una mala clasificación y avanzó de manera magistral hasta los primeros puestos). El tercer lugar estaba en manos de la joven dupla Manuel Mallo-Diego Azar con el Chevrolet Cruze, pero el Toyota Corolla de Rossi era superlativo y lo superó sobre el final, al igual que lo hizo con el Renault a manos de Giallombardo en la última vuelta.

Canapino, nuevo líder del campeonato con 128 unidades, seguido por Facundo Ardusso (5º con el Renault Fluence) con 120. La próxima fecha del campeonato Argentino y Sudamericano se disputará el 03 y 04 de septiembre en el “Callejero” de Santa Fe.

“Todo esto es gracias a este gran tipo (Guillermo Ortelli), quien es mi ídolo. Fue una carrera que pasó de todo. Él me entregó el auto para ganar. Necesitaba mucho esta victoria. La carrera la ganó él. Se nos venía negando, esa situación se transformaba en impotencia, me daba mucha bronca. Hoy me descargué una tonelada, necesitaba la victoria. Se dio todo, no habíamos practicado el cambio de pilotos. En el final me salvó la campana, porque Rossi venía muy fuerte desde atrás”, comentó Canapino.

“Estoy muy feliz, agradezco profundamente a Agustín por la invitación. Ni dudé cuando me dijo que quería que corriera. Pasé un fin de semana en el STC2000 como hace tiempo no me pasaba. Él me anticipó todo lo que podía dar este auto. Cuando me fui afuera sentí que se me venía el mundo abajo, felizmente me pude recuperar. Fue una carrera llena de imprevistos pero todos resolvieron de la mejor manera. Esta victoria me emocionó, conozco a Agustín de chiquito y lo quiero mucho”, indicó Ortelli.

 

 

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