Llegó el día. Rolls-Royce dio a conocer el Cullinan, el primer modelo SUV de su historia, cargada de grandes berlinas con lujo por doquier. De esta forma, ingresa a un segmento que cada vez tiene más protagonistas, incluyendo productos de marcas premium.
El modelo se caracteriza por tener un diseño que combina el estilo de SUV con el de la marca británica, reconocida por las líneas angulosas y por la generosa parrilla rectangular, forma también presente en las ópticas.
Con grandes dimensiones, el SUV posee 5,34 metros de largo, 2,16 de ancho, 1,83 de altura y 3,29 de distancia entre ejes. El Bentley Bentayga, su rival más cercano, tiene 5,14 metros de longitud.
Creado con la plataforma Architecture of Luxury y con un peso en vacío de 2.660 kilogramos, posee cuatro o cinco plazas, puertas traseras con apertura inversa, asientos eléctricos, puertas y portón automáticos y un baúl cuyo volumen varía entre 526 y 1.930 litros.
El equipamiento contiene suspensión neumática con nivelación automática, control de descenso, visión nocturna con detección de peatones, control de crucero activo, visión panorámica, tablero digital, selector de modos de manejo, advertencias de colisión y de tránsito cruzado, conexión WiFi, alerta de cambio de carril y dirección en las cuatro ruedas.
El motor elegido para el Cullinan es un V12 naftero con 6,75 litros y doble turbocompresor, características con las que desarrolla 571 caballos de potencia a 5.000 rpm y 850 Nm de torque cuando trabaja a apenas 1.600 rpm.
Lo acompaña la tracción 4×4. En cuanto a las prestaciones, llega a los 250 km/h (con limitador) y gasta 15 litros cada 100 kilómetros.
