De acuerdo a los medios franceses, el Gobierno decidió canalizar la ayuda al sector automotor a través de préstamos con baja tasa de interés y largo plazo, con el fin de responder a las necesidades de financiamiento de las terminales.
El grupo PSA Peugeot Citroën, dirigido por Christian Streiff y Renault por Carlos Ghosn, recibirán la misma cantidad, pese a que el segundo precisa de más ayuda, según apuntan los medios franceses.
El Gobierno de Sarkozy renuncia a entrar en el capital de PSA y a aumentar su parte en Renault, del que posee el 15% de las acciones.
Con este plan, el Ejecutivo galo pretende ayudar a un sector afectado por la caída de las ventas y amenazado por los despidos y el cierre de fábricas. Es que durante el año pasado, las ventas de PSA cayeron un 11%, mientras que las de Renault bajaron 21 por ciento.
Ambas empresas recibirán un préstamo de US$ 3.897 millones durante cinco años, a un interés de entre 6% y 7%, inferior al que hubieran obtenido en el mercado libre. El tipo de interés será variable en función del resultado operativo que obtengan los grupos en este periodo, según la prensa.
REQUISITOS
A cambio, el Gobierno exige como moneda de cambio el compromiso de no cerrar plantas en el país.
Además, pretende que los dos grandes constructores se apoyen en empresas auxiliares que también trabajen en el país, una forma de que la ayuda llegue también a los autopartistas igualmente muy afectados por la caída de las ventas de vehículos.
El Gobierno exigirá además moderación en el pago de dividendos a sus accionistas y pedirá a los dirigentes de las empresas que renuncien a la parte variable de su salario, una condición que ya impusieron a los bancos tras el plan de ayuda al sector financiero.
El préstamo se suma a otras medidas ya adoptadas por el Gobierno galo para estimular el sector automotriz. En diciembre lanzó un plan de ayuda a la renovación del parque automotor (u$s1.299 millones) a las filiales financieras de las terminales.