Decir Porsche es asociar inequívocamente el lujo y la deportividad a máquinas que cautivan con su sola presencia y contar con la posibilidad de subirse y probar toda la gama actual y la que vendrá, es verdad para pocos privilegiados, pero soñar no cuesta nada… y por una tarde, nos sentimos así.
La cita fue a las 9 am. en Madero Harbour. Entrega de licencia de conducir, café para cargar energías y partir al autódromo de La Plata. El objetivo participar del segundo World Road Show que la marca alemana organiza hasta el miércoles próximo en el país para clientes e invitados. La apertura del evento estuvo destinada a la prensa. Adrenalina y diversión eran las cartas seguras y la jornada cumplió, sin dudas, con creces.
En el autódromo aguardaban 22 unidades –importadas temporariamente- de los últimos modelos de Porsche. Para tomar otra dimensión más mercantilista: 4.8 M de dólares en pista, o más 6.600 caballos de potencia (y nos quedamos cortos) a disposición del grupo invitado. Una imagen que alimentó la ansiedad de varios.
Divididos en 4 grupos (nos tocó el Verde con el instructor Paul Robinson – ex piloto de Formula 3- al frente).
Primera actividad: Sobreviraje y Subviraje.
Luego de la explicación de cómo tomar las curvas del autódromo, esperaban en pista el Cayenne Diesel equipado con un 3 litros V6 que eroga 245 CV, Cayenne S 4.8 litros de 400 CV, Panamera 4S V8 4,8 litros de 400 CV; versiones de Boxster y la vedette: el flamante Panamera GTS que equipa un V8 atmosférico de 4,8 litros, cuyas prestaciones han mejorado gracias a numerosas modificaciones. Aumenta su potencia en 30 CV con respecto al Panamera S y 4S, alcanzando los 430 CV, con un régimen máximo que se sitúa ahora en las 7.100 rpm y está asociado a una caja de cambios automática PDK de doble embrague y siete velocidades. Este adelanto de la marca se comercializará en la Argentina en 2013.
El sonido de los motores (los rebajes), y la suavidad del paso de las marchas fueron el condimento de la jornada y subirse por primera vez al nuevo Panamera GTS- sin dudas, huelgan los elogios. Es un modelo que si bien teníamos nuestros reparos por el gran tamaño, sorprende no sólo por la calidad de las terminaciones sino por la entrega y performance.
Segunda prueba: Off road.
Todo el grupo se subió a las Cayenne rumbo a una pequeña pista de off road para probar las aptitudes y el Porsche Traction Management (PTM) del todoterreno de la firma. Un detalle que remarcó Robinson es que la marca decidió sacarle la reductora -que pesaba 140 Kg y poco usaban los clientes. Por eso ahora, todos los modelos cuentan con el sistema electrónico.
Así el grupo fue pasando por la prueba de cruce de ejes, el de inclinación (el montículo de tierra tenía 31° y el máximo tolerable para la Cayenne es de 49° de acuerdo a lo que señaló el instructor, con lo cual alentó en todo momento la prueba destacando que había mucho resto).
Finalmente subir y bajar de una pendiente para probar el ángulo ataque y de salida (Hill Assist y el control de descenso). Nuevamente, prueba superada.
Tercera prueba: Slalom
Sin dudas aquí se puso mas emocionante la tarde. A bordo de un Boxster S 3.4 litros de 315 CV había que recorrer la pista esquivando conos. Aquí los integrantes del grupo compitieron por tiempo (penalización de 2 segundo por cono caído). Mejor promedio: 24 segundos y monedas.
Cuarta prueba: Braking o frenada de emergencia para probar el ABS.
En este punto, probamos el Launch Control para lograr la mejor aceleración posible. Para operarlo, Aquí la prueba demandó pisar el freno con el pie izquierdo, y con el derecho pisar con todo el acelerador (hasta saltar a las 5.000 vueltas), y soltar el freno de repente para hacer un recorrido breve (60 metros) y subirse literalmente al freno para esquivar un obstáculo. Cuando uno suelta de golpe el acelerador, el 911 Turbo S de 530 CV ruge como pocos y automáticamente te hunde en el respaldo del asiento, saliendo expulsados literalmente a la pista. Confesamos, haber tirado cuatro conitos.
ELLOS TOMARON EL CONTROL
Con todas estas pruebas y haber subido y bajado de más de una docena de modelos a esa altura de la tarde, más de uno sintió haber manejado hasta el limite de sus posibilidades. Como si por un momento no hubiéramos puesto en la piel de Fernando Alonso. Seguramente, se llegó casi al máximo de lo que uno podría brindar… pero error. Todo quedó opacado cuando los instructores tomaron el control de los modelos y nosotros oficiamos de copilotos.
Por sorteo nos tocó subirnos al Panamera S conducido por Darío, un suizo criado en España (con madre uruguaya). Cómo describir la sensación del Turbo S V8 de 4.8 litros que entrega 550 CV tomando las curvas superando ampliamente los 130 km y totalmente cruzado (con todas las asistencias electrónicas desconectadas). No hay palabras…
Un recorrido a fondo que cuando estaba llegando a su fin: Darío sólo dijo: “Un auto familiar, no?”…. Un cierre más que contundente para una jornada en la que Disney, quedó chico para describir tanta diversión y adrenalina.
A través del Porsche World Roadshow, Porsche recorre el mundo con sus últimos lanzamientos, mostrándolos en los diferentes mercados. Por segunda vez se hace el evento en la Argentina, celebrándose la primera vez en el 2005.
En este evento se destacaron los nuevos modelos, la tecnología y las mejoras de los vehículos de acuerdo a la filosofía Porsche Intelligent Performance. Porsche Argentina trajo veintidós automóviles, directamente de Stuttgart, los cuales les dieron (y darán hasta el próximo miércoles) la oportunidad de experimentar la emoción que sólo un deportivo puede brindar.