El grupo estadounidense General Motors -en medio de los festejos del centenario de su controlada Chevrolet- cerró los nueve primeros meses del año como líder del mercado automovilístico mundial al coronarse como el primer productor, posición que recupera cuatro años después de haber cedido este puesto a la corporación japonesa Toyota, mientras Volkswagen sigue creciendo y se afianza en el segundo lugar, según datos de las empresas que recoge Europa Press.
De mantenerse la tendencia de cada una de las empresas en el último trimestre del año, todo apunta a que General Motors recuperará la corona como primer fabricante mundial, posición privilegiada que perdió en 2007 en beneficio de Toyota.
General Motors comercializó en todo el mundo 6,788 millones de vehículos en los nueve primeros meses del año, un millón de unidades más que su rival japonés Toyota, cuyas ventas alcanzaron 5,773 millones de unidades.
La corporación estadounidense, que superó en 2009 un proceso de suspensión de pagos y volvió a cotizar hace ahora un año en Wall Street, está aprovechando la recuperación del mercado norteamericano y reforzando su presencia en países emergentes para impulsar sus resultados comerciales.
Por su parte, las ventas de Toyota se vieron muy afectadas por el impacto del terremoto y del tsunami de Japón, ocurridos el pasado 11 de marzo. La empresa no facilitó previsiones para el presente año fiscal para evaluar los efectos de las recientes inundaciones en Tailandia.
Entre tanto, el grupo Volkswagen, primer fabricante de automóviles de Europa, consiguió consolidarse como segundo constructor mundial, con unas ventas de 6,11 millones de unidades entre los pasados meses de enero y septiembre, un 13,9% más que igual período del año pasado.
El Grupo Volkswagen, propietario de marcas como Audi, Skoda, Bentley o la española Seat, puso en marcha un plan estratégico que fija entre sus objetivos situarse como primer fabricante mundial en 2018, si bien distintos analistas dan por hecho que lo conseguirá antes de esa fecha.
Ford se sitúa como cuarto fabricante mundial, con unas ventas de 4,216 millones de unidades en los nueve primeros meses del año, lo que representa un crecimiento del 9 por ciento.
La multinacional del óvalo sigue implementando su estrategia ONE Ford, encaminada a convertirse en una marca global con productos globales.