Otro de las grandes novedades en la industria automotriz mundial que vio la luz por primera vez en Ginebra es el concept de Citroen, denominado DS4 Racing. Es un prototipo que tiene 256 CV y algunas modificaciones respecto a un DS4 para mejorar sus características dinámicas.
Cuenta con el mismo motor naftero que tiene la versión que se comercializa del DS4 con 200 CV. Es un cuatro cilindros, de 1,6 litros de cilindrada y sobrealimentado con un turbocompresor. En el prototipo este impulsor alcanza potencia específica pocas veces vista de 160 CV por litro.
El DS4, modelo que se va comenzar a vender en nuestro país este año, es un hatchback de cinco puertas, que por su estética, además de por la capacidad y practicidad de sus plazas traseras está muy próximo a una coupé. En el prototipo la suspensión baja la altura de la carrocería en 35 mm y las vías son mucho más anchas.
Los frenos tienen discos de mayor diámetro y pinzas de cuatro pistones. Los neumáticos son de medida 235/40, montados en llantas de 19 pulgadas. La carrocería, pintada en un particular color gris mate, tiene elementos distintos como el difusor en el cola y algunos elementos adicionales en los pasarueda y en la parte inferior. El techo y las llantas son de dos colores.
En el stand de Citroën estuvo presente también uno de los últimos integrantes de la familia de modelos Premium de la marca, el DS5. Es, junto con el C6, el modelo más lujoso de Citroën y que mayor atención tiene por el detalle. De largo mide 4,53 metros, y de ancho 1,87 metros. Es más largo que un C4 y más pequeño que un C5.
Curiosamente no tiene un parecido estético respecto al Citroen C5. Tampoco es mecánicamente similar ya que no comparten todos los motores, ni la suspensión es del mismo tipo. El DS5 está fabricado a partir de la plataforma del C4 Picasso (tienen la misma distancia entre ejes, 2,72 metros).