Es el vehículo que inauguró la línea distintiva DS de la marca francesa, y que ahora, unos cuatro años después de su lanzamiento en europa, se renueva tanto en equipamiento como en mecánica.
Una de las novedades es funcional y a la vez estética. Se trata de las nuevas luces delanteras, las cuales poseen cuatro "ojos" que le aportan mayor personalidad. Es que los faros combinan tres módulos de LED y uno con tecnología de xenón.
Según Citroën, esta tecnología emite un haz de luz (en altas y bajas) potente y uniforme, que otorga una mayor visibilidad. Asimismo, se redujo el consumo de energía entre un 35% (luces altas) y un 75% (luces bajas).
Otra actualización tiene que ver con la presencia de los nuevos motivos de personalización, que incluyen un grabado con láser en la plancha de a bordo, además de una serigrafía en la luneta trasera. Son acompañados por el nuevo color Blanco Perlado para la carrocería, y por las llantas de aleación de 17" con renovado diseño.
También hay más equipamiento, ya que incorporó cámara de marcha atrás (asociado a la pantalla táctil de la consola) y el sistema de frenado automático en ciudad, el cual puede prevenir accidentes en dicho ámbito.
Por otra parte, la mecánica fue puesta al día mediante la actualización -a la norma Euro 6- de su gama de motores, compuesta por los nuevos Diesel BlueHDi 120 y BlueHDi 100, ambos con sistema SCR (Reducción Catalítica Selectiva), junto con los nafteros PureTech e- VTi 82 y los THP 155 y con 207 caballos en el caso de la versión Racing.
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