Poco a poco, Honda continúa actualizando estética y mecánicamente la cuarta generación de la CR-V en los diferentes mercados donde el clásico SUV mediano posee presencia, aunque resta conocer la fecha de llegada del modelo al mercado argentino.
Primero fue el modelo destinado al mercado norteamericano. Esta vez le tocó el turno al modelo destinado al mercado europeo, donde se caracteriza por ofrecer versiones con motorizaciones diésel.
Justamente, en la mecánica están algunas de las novedades, ya que el renovado modelo sumó un nuevo motor diésel de cuatro cilindros 1.6 i-DTEC que entrega una potencia de 160 caballos y un torque de 350 Nm.
Dicho motor, que se encarga de reemplazar al 2.2 i-DTEC con 150 CV, va asociado a una nueva transmisión automática con nueve relaciones. Pero la gama también cuenta con un propulsor naftero 2.0 i-VTEC con 155 CV y otro diésel 1.6 D-TEC con 120 CV, así como con tracción simple o 4×4 inteligente y caja manual de seis velocidades.
En cuanto a la imagen, las novedades pasan principalmente por el frontal, donde incorporó nuevas ópticas con luces diurnas de diodos luminosos (LED), así como flamantes parrilla, paragolpes y llantas de aleación.
En el habitáculo se encuentra el nuevo sistema multimedia Honda Connect que incluye navegador satelital y una pantalla táctil de 7 pulgadas que además emite la imagen proyectada por la cámara posterior. Además, se destaca por su espacio y su versatilidad, algunos de los sellos del modelo, que desde sus orígenes forma parte del mercado local.
