Volkswagen presentó el ID.X Performance, un prototipo que muestra la visión de la marca de un modelo deportiva totalmente eléctrico. Está basado en el ID.7 totalmente eléctrico y con plataforma MEB. Tiene muchas novedades en comparación con el modelo convencional. Suma carácter deportivo por estética y mecánica.
En el exterior cuenta con un aspecto agresivo gracias a la presencia de un splitter delantero y un difusor trasero, ambos de carbono al igual que el alerón posterior (suma carga aerodinámica), acompañado por ópticas oscurecidas.
Otras de las novedades exteriores son las llantas de aleación deportivas con un tamaño de 20 pulgadas y tuerca central, que se unen a los neumáticos de competición con medida 265. A eso se suma la suspensión deportiva con resortes “especialmente rígidos” y 60 milímetros menos de despeje.
Puertas adentro combina el diseño conocido en el ID.7 con nuevos asientos deportivos tipo bucket fabricados con carbono. Se combinan con los diferentes detalles de color rojo que anticipan las intenciones del modelo conceptual.
Por su parte, la mecánica cuenta con la presencia de dos motores que permiten la tracción en las cuatro ruedas, una potencia de 558 caballos y la función boost para una máxima entrega. El nuevo motor asíncrono ubicado en el eje delantero se suma al propulsor síncrono -de excitación permanente- del eje trasero.
Los motores son abastecidos por una bateria que, según la marca, brinda una “elevada potencia continua y breves tiempos de carga” a través de una capacidad que alcanza los 200 kW.
“Teníamos claro que queríamos basar nuestro nuevo show car en el ID.7 y que nos centraríamos en mejorar las prestaciones. De esta forma podemos demostrar lo que es posible”, comentó Andreas Reckewerth, responsable de la Unidad de Tecnología de la plataforma MEB.
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