LOS CONDUCTORES ARGENTINOS TIENEN MUY POCA AUTOCRITICA

Si existe un motivo por el cual es bueno, aconsejable, recomendable, auspicioso (y demás) analizar, estudiar y realizar estadísticas es para detectar problemas y luego encontrarle soluciones.

Hace unos días atrás, el diario Clarín publicó a doble página el resultado de una encuesta sobre la conducta de los argentinos cuando manejan realizada sobre una muestra de 812 casos en 6 ciudades argentinas por el área de Investigación de la Universidad Siglo XXI, a cargo de Aldo Merlino.

Según Merlino, el resultado de la encuesta es que “los argentinos tienen un bajo nivel de autocrítica sobre cómo manejan y eso implica poca propensión a la modificación de la conducta”.

Según el informe publicado en el matutino, el 91% de los encuestados cree que “la gente” tiene un puntaje entre bajo y muy bajo en prudencia. Y el 82% cree que “la gente” no respeta las normas de tránsito. Como se ve, la culpa siempre es de “la gente”, es decir, del otro.

En una escala del 1 al 10, el conductor argentino se califica con un 8,5, que surge como promedio de calificar prudencia, habilidad y cumplimiento de las normas. “A la hora de evaluar a los otros, la nota baja sensiblemente: apenas 4,5 puntos como promedio de los mismos tres rubros.

Los especialistas consultados por el medio coinciden en que “es muy difícil mejorar cuando uno cree que hace las cosas bien, pero la realidad nos muestra que los habitantes somos muy malos conductores”.

“No hay una percepción de que haya que cambiar la conducta y así no se va a lograr una mejora colectiva. El de la seguridad vial todavía se dimensiona como un problema exógeno”, le aseguró Felipe Rodríguez Láguens, directos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, al diario Clarín.