El estudio estipula que luego que se complete la restructuración de la industria automotriz norteamericana, la capacidad combinada de GM, Chrysler Group LLC y Ford bajará un 35% comparado con 2008, para un total de 7,5 millones de unidades dentro de los próximos tres años.
Al mismo tiempo, se espera que todas las otras automotrices extranjeras combinadas incrementen su producción en tierra de Obama en alrededor de 1.5 millón de unidades al año a más de 8 millones de unidades.
“Una nueva tendencia está emergiendo: las compañías de Detroit pueden dejar de ser líderes en volúmenes de venta dentro de su mercado local”, dijo la presidente de la consultora, Kimberly Rodríguez
El estudio encuentra que el dramático cambio en la producción tendrá un gran impacto en los proveedores de autopartes, que necesitarán asegurarse más negocios de las automotrices asiáticas y europeas.
“Los proveedores dependientes de Detroit tendrán que tener presente como potenciales clientes a las automotrices de Europa y Asia si quieren participar del cambio acelerado que se viene”, aseguró Rodríguez.
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