Con esta medida, sin precedentes en la historia del gigante industrial estadounidense, dejará de producir 170.000 vehículos.
El vicepresidente de General Motors Norteamérica, Mark LaNeve, se negó a confirmar la información del cierre de fábricas y se limitó a señalar que la empresa ha estado reduciendo su producción desde octubre de 2008. En tanto, Free Press señaló que General Motors tiene suficientes vehículos en su inventario como para proveer a los concesionarios durante 123 días. Pero las reservas de algunos vehículos, como el Pontiac G5, llegan a más de 180 días.
Los directivos de los gremios aseguran que los managers de planta de GM y personal de recursos humanos se reunirán el jueves con la unión de trabajadores automotores (UAW) en algunas de las fábricas para discutir los cambios en la producción.
El vocero de GM, Chris Lee, se negó también a hacer comentarios al respecto del informe y dijo que la compañía les avisó primero a los trabajadores acerca de los cortes de producción. Por otra parte, en un intento desesperado por evitar una quiebra controlada por el gobierno estadounidense para el 1 de junio, GM podría sacar modelos de producción hasta cuatro años antes de lo previsto para bajar el punto considerado de equilibrio.
GM completaría el próximo año muchos de los recortes, tanto en modelos como en el número de concesionarios, previstos para 2014; lo que permitirá reducciones anticipadas en cuanto a plantas y puestos de trabajo.
La automotriz se mantiene a flote con u$s13.400 millones en préstamos del Gobierno y se esfuerza por alcanzar un acuerdo con tenedores de bonos para impedir una bancarrota controlada antes de la fecha límite impuesta por la Administración Obama.
La oferta sobre los bonos podría incluir algún marco del plan de GM de reducir en más de la mitad los u$s 20.400 millones en compromisos con el fondo de asistencia médica para jubilados del sindicato de la UAW. La oferta de los bonos podría revelar qué cantidad de los préstamos gubernamentales se convertirían en capital.
General Motors anunció que, debido a la crisis del sector, cerrará temporalmente la planta mexicana de Silao (Guanajuato) y trece plantas de ensamblaje en Norteamérica, lo que le permitirá reducir la producción en unos 190.000 unidades.
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