Luego de explicar que los importadores traen unidades “para completar la oferta” de 0 km que hay en el país, las marcas importadoras proponen que, de aprobarse el impuesto, se establezcan “escalas progresivas que permitan que la alícuota sea diferenciada de acuerdo al valor del vehículo, teniendo en cuenta el impacto de las alícuotas en sus respectivas tasas efectivas”.
A partir de esto, Cidoa propone que en los 0 km de hasta $ 170.000 no sean afectados por el impuesto. Desde ese valor, y hasta los $ 210.000, el tributo sería del 11%, en tanto que luego seguiría la escala de los $ 290.000, con una tasa del 25%. De allí en adelante se aplicaría un 50 por ciento.
Además de las escalas proponen que se actualice “teniendo en consideración el tipo de cambio vigente del Banco Nación del día hábil inmediato anterior al hecho imponible”.
Y solicitan “revisar” la metodología de cálculo del anticipo de impuestos internos en Aduana y “eximir” de esta alícuota “por un plazo de 90 días desde la vigencia de la ley” a la mercadería que tenga las DJAI aprobada, esté en zona portuaria o navegando y con carta de crédito abierta.
Los importadores repitieron que “de avanzar” el proyecto actual “se pone en riesgo la estabilidad de miles de puestos de trabajo”.
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