En la región la voz de “atención” llegó. “El mes que viene hay un comunicado oficial”, escuchó un funcionario de la firma en el país vecino y las especulaciones comenzaron cotizar en alza. Es que tras la confirmación de Toyota de instalar su nueva planta para autos chicos en San Pablo y no en Río de Janeiro –como se especuló en algún momento- las autoridades de ese estado del este brasileño no se quedaron de brazos cruzados.
Semanas atrás nuevamente comenzó a circular con fuerza que la llegada a Brasil de una delegación de ejecutivos de la automotriz sur- coreana Hyundai era inminente. ¿El objetivo? “retomar los estudios para instalar su propia planta en el país”, consignó Valor y agregó que “el Gobierno de Río está fuerte en la disputa para que se radique allí el nuevo emprendimiento”. En la actualidad, Rio ya cuenta con fabricantes de vehículos: VW tiene una planta de camiones y ómnibus en Resende y muy cerca, en el municipio de Porto Real, está instalada una unidad del grupo francés PSA Peugeot Citroën donde produce autos y motores.
Sobre una superficie de 80.000 metros cuadrados y una inversión inicial de u$s250 millones, la planta comenzó a producir el vehículo utilitario HR. El plan que se explicó en ese momento era incorporar otros cuatro modelos hasta totalizar un desembolso de u$s600 millones. Para la primera etapa, la producción se fijó en 10.000 unidades al año, cifra que especularon podría alcanzar las 150.000 año para el 2010.
La operación no fue en forma directa sino a través del grupo CAOA, importador de Hyundai en Brasil con la supervisión de Hyundai Motor Company. Pero con ese lanzamiento y con los planes que se barajan en la actualidad- y podría haber novedades el mes próximo- la meta no cambió: la marca busca incrementar su participación en el Mercosur, donde ya se destaca en algunos segmentos, especialmente en el de los utilitarios deportivos (SUV’s).
Si bien las expectativas son muchas, el diario Valor publicó que habría algunos inconvenientes en la gestión. Según el periódico existiría una deuda cercana a los R$1.600 millones con el Gobierno Federal, heredada por los coreanos en concepto de impuestos y recargos generados en la época del régimen automotriz brasileño de la década del ’90. No obstante, el gobierno de Rio estaría trabajando intensamente para obtener la luz verde por parte del Gobierno Federal para que la automotriz pueda instalarse. “Las buenas relaciones entre el gobernador fluminense, Sérgio Cabral Filho (PMDB), y el presidente Lula serían la clave para abrir las puertas para un acuerdo”, detalló la nota.
La contrapartida de la negociación: que Hyundai se instale en Rio de Janeiro.
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