Citroën Argentina y el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) dieron a conocer una serie de recomendaciones para el manejo defensivo en vehículos 4×4, dividido en tres tipos de caminos diferentes: arena, barro y ripio. El primero de ellos, explicado a continuación.
Antes de transitar por la arena, no debemos olvidar bajar la presión de los neumáticos, la cual varía –según el vehículo y el tipo de neumático- entre las 15 y las 23 libras. La recomendación es quitar inicialmente un 30 o 40% del inflado recomendado por el fabricante.
Otra tarea esencial antes de iniciar la marcha sobre la arena es conectar la doble tracción en las cuatro ruedas del vehículo, de esta forma, dos ruedas se encargarán de traccionar y las restantes empujarán.
Durante el manejo sobre arena, antes que nada se debe reconocer el terreno para asegurarnos que no haya vehículos o peatones del otro lado (no se visualiza debido a la inclinación de los médanos) y es necesario tener en cuenta a los médanos cortados. Además, la totalidad de las maniobras deben ser progresivas y suaves.
Y si hablamos de médanos, los mismos se deben trepar en línea recta (si se encaran en diagonal o de costado se podría provocar un vuelco), y a velocidades no mayores a los 50 km/h (en segunda o tercera marcha) debido a la baja presión de los neumáticos. Además, la aceleración debe ser constante y no se debe accionar el pedal de embrague, mientras que las maniobras no deben ser bruscas y no se deben hacer virajes cerrados.
Para descender del médano, se debe recurrir a la misma técnica, prescindiendo del pedal de embrague. Además, se debe frenar sólo con el motor, y sólo pisar el pedal de freno cuando sea realmente necesario. En caso de que notemos que el vehículo comienza a hundirse, la recomendación es no acelerar, sino dar marcha atrás y encarar el médano con mayor inercia.
En caso de atasco del vehículo, existen dos posibilidades. La primera de ellas es que otro 4×4 nos auxilie tirándolo con una eslinga desde un terreno firme; la otra, desencajarlo mediante una pala o una plancha de desatasco.
Por último, Citroën y CESVI recomiendan que al retirarnos de la arena, volvamos a inflar los neumáticos antes de rodar por el asfalto.
Si circulamos con baja presión (se pueden recorrer algunos kilómetros), debemos hacerlo a muy baja velocidad, debido a que se pueden calentar y deformar o romper sus mallas metálicas.
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