AUTOPARTISTAS APOYAN LA IMPLEMENTACION DE LICENCIAS NO AUTOMATICAS

La aplicación de nuevas licencias no automáticas sigue dando qué hablar. Mientras el Gobierno cosecha buenas opiniones entre algunos sectores industriales locales, por otro lado se ocupa de atenuar posibles focos de conflicto a partir de la extensión de la medida.

En tren apoyo, los fabricantes de autopartes nucleados en Afac se sumaron a los grupos empresarios que respaldan la imposición de licencias no automáticas
a unos 200 bienes, decidida por el Gobierno.

Aunque las automotrices han mostrado sus reservas porque consideran que las nuevas exigencias podrían complicar su abastecimiento (ante las consultas de TM varias señalaron que todavía no tenían problemas –varias están de vacaciones-, pero no los descartaban en el horizonte), AFAC sostuvo que las licencias “resaltan la fuerte convicción de promover la localización de la producción de autopartes por parte del Gobierno nacional”.

“Luego de medidas como la Ley de Promoción de Autopartes y el Fondo de Desarrollo Autopartista, entre otras, era necesaria una norma que permita monitorear determinadas importaciones que se están realizando en condiciones irregulares que afectan la producción nacional”, subrayó la entidad a través de un comunicado.

Además, recordaron “la preocupación” del Gobierno y los empresarios “por el déficit sectorial, originado en muchos casos, en la competencia de productos que ingresan amparados por subvenciones en sus países de origen o mediante prácticas comerciales desleales”. Según indicaron, en los últimos años, el sector autopartista buscó acompañar el crecimiento del mercado automotriz con importantes inversiones y creación de nuevos empleos que podrían verse afectados por importaciones irregulares.

Además agregaron que “de acuerdo a lo manifestado por las Autoridades, las empresas que utilizan para su producción los productos incluídos en la normativa serán tratados con un nuevo sistema informático para evitar problemas en el normal abastecimiento de la cadena productiva”.

En tanto, la ministra de Industria, Débora Giorgi, se reunirá hoy con su par brasileño, Fernando Pimentel, para avanzar en el comercio bilateral, y en especial lo que hace al sector automotor. Pese a las nuevas medidas, la ministra enfatizó: “seguiremos trabajando con Brasil en busca de profundizar el proceso de integración productiva”.

El problema en el caso autopartistas no es nuevo… y a pesar de las “medidas” de “impuslo” un informe privado arrojó que las importaciones brasileñas subieron 110% acentuando un déficit crónico. Además el sector autopartistas se encuentra con dos frentes abiertos: potencial devaluación del real y las presiones salariales.

Según un trabajo realizado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), las exportaciones de autopartes en valores crecieron 24,8% en 2010 con relación a 2009, con u$s 3.161 millones. Por su parte, las importaciones mostraron un comportamiento creciente más acentuado, ya que con u$s 10.520 millones treparon 61,7% entre 2010 y 2009, como prueba de la reactivación de la producción de las terminales.

Debido a que el crecimiento en la producción automotriz en 2010 fue menor que la suba en las importaciones de autopartes, el informe estima que se acentuó la preponderancia de las partes importadas en la construcción de vehículos por el levantamiento de las restricciones a las importaciones, luego del acuerdo entre la Argentina y Brasil.

Si se comparan las importaciones de autopartes con un período considerado como normal (el año 2008), y se aísla el fenómeno del año recesivo de 2009, los valores importados de autopartes treparon un 13,8%, muy por debajo del 22% de la evolución de la producción automotriz, lo cual mostraría un proceso de sustitución de importaciones.

Además, el sector sigue de cerca lo que suceda con la moneda de su principal comprador y vendedor, ya que una devaluación del real profundizaría aún más el déficit.

Según dijo a El Cronista Maximiliano Scarlan, de la consultora abeceb.com, una devaluación “va a profundizar” el déficit actual. “De las 178 posiciones arancelarias de piezas que representan el core de la industria, el déficit alcanza los 2.200 millones”, agregó.

Aunque todos los empresarios siguen de cerca lo que sucede en el vecino país, la principal preocupación la tienen puertas hacia adentro: inflación y aumento de mano de obra que se posicionan para el sector como dos de los principales factores que restan competitividad.