La empresa automotriz sueca Volvo ya es por completo de capital chino, después de que la firma china Geely transfiriera el precio de compra a Ford, la actual propietaria. La operación fue realizado por un monto de u$s1.800 millones, de modo que se convierte en la operación más abultada echa hasta ahora por una automotriz de ese país asiático.
La marca sueca anunció que si bien pasó a formar parte de capitales chinos, continuará fiel a su tradición en cuanto a diseño, calidad y seguridad, y de una u otra manera continuará ligada al gigante automotriz yanki, ya que según el acuerdo Ford seguirá facilitando a Volvo motores, sistemas de estampado y determinadas tecnologías mientras los de Gotemburgo se vayan independizando a nivel técnico. Geely, además, podrá beneficiarse de algunas patentes actualmente compartidas entre Ford y Volvo, dado que su nueva filial podrá conceder sublicencias a otras empresas.
"Estamos convencidos de que Volvo tendrá un sólido futuro como parte de Geely", dijo el presidente y director ejecutivo de Ford, Alan Mulally. Al frente de Volvo estará el ex jefe para Norteamérica de Volkswagen, Stefan Jacoby, confirmó Geely, quien luego agregó: "La venta de Volvo nos permitirá centrarnos en la marca Ford en todo el planeta y seguir con nuestro plan One Ford para ofrecer a nuestros clientes los mejores autos y camiones del mundo".
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