Los nuevos rumbos imprimen otros tiempos. En buena hora. Cuando todavía los ecos de las bestiales AMG quedaban flotando en el autódromo Oscar Gálvez, la marca estrella convocó a clientes y periodistas para develar dos nuevas criaturas que llegan a la plaza local para completar la exitosa familia C: la CLC Sportcoupé y la versión rural llamada Touring.
El escenario de la marca es por demás positivo en el país (y sin mencionar los vehículos comerciales, donde con Sprinter, camiones y buses marcan la demanda mes a mes), en lo que va del año su presencia en el segmento donde compite la Clase C se lleva el 52% de penetración: vende ella sola (1.051 u.) lo mismo que Audi con el A4 (478u.) y BMW con el Serie 3 (488u.). En 2007 MB comercializó –siempre en esta categoría- 824 vehículos, contra 968 de Audi y 755 BMW. Es claro, con estas cifras, el crecimiento que registró el segmento es altamente exponencial. Si hablamos de ventas totales en lo que va del 2008, la casa de Stuttgart acumula 1.656 vehículos, la de Ingolsatd 2.020 y la de Munich 1.568 unidades.
PARA FAMILIAS CON ESTILO. La nueva C Tourer conserva los atributos de la gama y suma un aliciente: además de ser elegante, sutilmente deportiva y poseer un comportamiento logrado, retoma la historia de las rurales de la estrella después de un período abandónico, ya que la versión anterior generación del C no comercializaba esta variante familiar. Se inscribe a u$s53.400 para la opción manual y u$s56.900 para la automática, todos en versión C200 Kompressor y en terminación Avantgarde.
La motorización se corresponde a un cuatro cilindros de 1.796 cc. que entrega 184 CV a 5.500 rpm y un par motor de 250 Nm (presentes entre las 2.800 y 5.000 rpm). Las performances dejan cumplidas a cualquier familia tipo… tipo los Hamilton: 228 km/h de máxima (225 para la transmisión automática) y apenas 8,8 seg. (9,0 seg.) para el 0-100 km/h. En comparación con el antecesor, el C-Touring de Mercedes-Benz precisa hasta 12 % menos combustible.
Todos los Avantgarde llevan el frontal con la estrella Mercedes en gran tamaño en el centro, un distintivo tradicional de los modelos deportivos que se utiliza por primera vez en el frontal de las rurales. Este break brinda el mayor volumen de carga del segmento: hasta un máximo de 1.500 litros. El equipamiento de serie incluye siete airbags, pretensores de cinturón con limitadores de la fuerza de tensado y apoyacabezas activos Neck-Pro.
La dirección tiene una desmultiplicación 6 % más directa y se combina con un cambio manual de seis velocidades. La palanca ofrece recorridos cortos y seguros.
En el breve contacto en pista nos sorprendió muy gratamente el equilibrio y poca “distancia dinámica” respecto al sedán: doble muy sólido, apoya con soltura y no acusa derivas marcadas. Confort y deportividad en pociones sabias…
CAMBIO DE ESTILO. El nuevo Sportcoupé es, a las claras, otro auto. La marca afirma que más de 1.100 componentes del anterior Sportcoupé han sido rediseñados o evolucionados y queda claro apenas se descubre. Dejó el camino estilístico del primer Sportcoupé (de recordadas dobles ópticas y remate con gran luneta elevada) y se recostó sobre formas más tradicionales, formales si se quiere, o emparentadas al ADN familiar. Es menos revolucionario y deportivo y más sobrio y elegante.
Se disponen en dos motorizaciones C230 y C350 que están a la espera de los potenciales clientes a u$s54.900 con caja manual (u$s57.500 la automática de seis marchas) y u$s61.900 con transmisión automática de siete marchas.
Ambos respetan la configuración V6, el C230 tiene 2.496 cc. (204 CV) y el C350 3.498 cc. (350 CV); las performances son acordes a su estilizada silueta, las velocidades máximas son del orden de los 240 km/h (234 km/h automática) para el motor más chico y 250 km/h para el más grande, en este caso limitada electrónicamente. Si hablamos de aceleración, las diferencias son más marcadas: el C230 emplea 8,8 segundos para llegar a 100 km/h (9 segundos la automática)… y el C350 emplea menos de seis segundos y medio. Los consumos emparejan las cuestiones: Consumo mixto 9,2l (9,5l) cada 100 km y 9,8l para el motor más grande.
El equipamiento de seguridad es acorde a la estirpe Premium: todos los CLC traen de fábrica ocho airbags, ABS, EBD, tren de rodaje Direct Control con servodirección y suspensión de ajuste deportivo. Los asientos son de sujeción deportiva con gran apoyo lateral y el volante multifunción tiene tres radios; el climatizador automático y los apliques de aluminio cepillado son comunes a todas las versiones.
En combinación con el citado paquete deportivo, se puede pedir el comando por levas en el volante del cambio automático que permite operar la caja de modo manual que permite obtener el mayor potencial. Dos nuevos integrantes potencian la exitosa Clase C. Esto recién empieza.
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