Con la suba de los impuestos internos –conocido como impuesto al lujo-, los 0 km en la Argentina se posicionan entre los más caros del mundo por la fuerte presión tributaria que reciben, que en promedio representa más del 50% del valor del vehículo.
En una nota que publica el amigo Horacio Alonso en Ambito Financiero, se desprende que al comparar algunos modelos que fueron afectados por el nuevo gravamen con el costo de esos vehículos en mercados como el español, las diferencias son abismales.
Por caso, en la nota se ejemplifica la situación con el SUV Hyundai Santa Fe 2.2 con caja automática que del otro lado del océano cotiza unos u$s45.000 contra los u$s 71.000 que vale ahora en la Argentina tras el impacto de los impuestos internos (antes de la aplicación en lista figuraba en unos u$s57.000). Esto hace que el consumidor argentino pague un 58% más que el europeo.
Otros ejemplos: Alfa Romeo Guilietta en Europa u$s38.600; en la Argentina u$s56.500 (+46%)
Audi 2.0 TFSi Quattro Manual en Europa u$s52.489; en Argentina u$s61.800 (+18%)
Toyota Land Cruiser 200 V8 en Europa u$s122.000; en Argentina u$s135.000 (+11%)
Mercedes-Benz C250 BlueEfficiency en Europa u$s52.300; en Argentina u$s76.400 (+46%)
Si bien esta importante brecha se registra en el segmento de los vehículos de lujo, también en los modelos de precios más accesibles los valores en el mercado interno están por encima de los que se manejan internacionalmente. Si la comparación se hace con Estados Unidos, se acentúan más estos márgenes. Sólo los consumidores brasileños pagan más por un 0 km debido a la creciente demanda en ese país y a la fortaleza del real.
La explicación de lo que sucede en la Argentina se encuentra en la carga impositiva que recibe el sector automotor. Los vehículos importados, especialmente los que no provienen de la región Mercosur, son los más afectados, indica la nota.
Con la ampliación de la base imponible para los impuestos internos a partir del 1 de enero, los vehículos afectados aumentaron entre un 11% y 24%, según el modelo y la marca. Algunas compañías decidieron trasladar directamente al consumidor el impacto del gravamen, otras absorbieron ese incremento y algunas todavía no definieron su lista de precios.
En las concesionarias aseguran que durante unos días habrá un freno en las ventas, pero que lentamente se recuperará, ya que es un segmento de alto poder adquisitivo donde predomina el deseo y no el precio, indica la nota.
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