El curador y coleccionista inglés Peter Nelson, de 48 años, decidió e invirtió para reunir 19 de los modelos que alguna vez acompañaron a 007 en una de sus misiones.
Además del emblemático Aston Martin DB5 (Al Servicio secreto de su majestad, de 1969), la muestra cuenta con otras rarezas, tales como el Lotus Espirit S1 (La Espía que me amo, de 1977), el Mustang Ach 1 (Los diamantes son eternos, de 1971), y otros modelos, todos en perfecto estado de conservación.
Algunos se reservan una serie de curiosidades como es el caso del BMW Z8. Lo interesante es que la marca alemana no consiguió dejar el auto listo para los rodajes; por eso resolvieron montar una réplica con base en un antiguo Ford Cobra. En tanto, en el Toyota 2000 GT se debió cortar el capó, lo que lo transformó en un convertible, ya que Sean Connery era muy alto y no cabía en la versión original. Y otra más… utilizado en persecuciones calientes, el Citroën 2CV tuvo que pasar por una preparación de motor y cambio para aguantar las exigencias que le imponían en las tomas.
Nelson reconoció haber coleccionado memorabilia por 20 años, a través de donaciones y subastas de los realizadores, actores y equipo de las películas de Bond.
El ex dentista dijo que su fascinación por James Bond comenzó en una temprana edad. “Cuando era chico leía los libros de Ian Fleming y capturaban mi imaginación”. “Luego, vi las películas y me volaron la cabeza. James Bond tenía esa sofisticación, glamour y humor; todas esas cosas que de chico quería para mi vida”.
La muestra se lleva a cabo en el museo Cars of the Stars en donde además se exhibe una colección de autos famosos que van desde el troncomóvil hasta la limosina de Lady Penélope de Thunderbirds.
Si se habla de batimóviles; tanto el creado por George Barris para la clásica serie de los años 60, como los modelos tuneados por Anton Furst para Batman y Batman Returns y Batman Forever, todos ellos forman parte de la colección que allí se exhibe.
El De Lorean, que sirvió para promover al tercer filme “Back to the Future” se encuentra en el museo, así como el Pursuit Special XB GT Ford Falcon Coupe que se utilizó para “Mad Max”.
Por ahí también se puede apreciar el auto de Robocop, el inolvidable cyborg-policía. El modelo en exhibición es el que se utilizó en la primera parte de la trilogía, el cual fue dado como premio en una competencia. Cars of the Stars, mejor dicho Nelson, se lo compró al afortunado ganador.
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