GENERAL MOTORS APLICA NUEVA FUERZA EN EL BISTURI

El mayor fabricante de automóviles estadounidense, que atraviesa una de las crisis más graves de su historia junto con las otras dos principales empresas del sector, Ford y Chrysler, dijo que el consejero delegado y presidente de General Motors, Rick Wagoner, quien fue el encargado de anunciar las nuevas medidas.

En este tren, Wagoner le comunicó a un grupo de analistas financieros la decisión de continuar con los ajustes de plantilla en Estados Unidos y Canadá, en principio a través de bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas. Asimismo, -para alinear a la empresa a las actuales condiciones del mercado- recortará la producción de “pickups” y vehículos todo terreno, los más afectados por el descenso de las ventas en el mayor mercado del mundo. Al mismo tiempo, el fabricante estadounidense incrementará la producción de autos.

El objetivo de General Motors es aumentar su liquidez en u$s15.000 millones en ahorros y préstamos de aquí hasta fines del 2009. 

Wagoner reconoció que en las últimas seis semanas, desde que la compañía anunció una serie de recortes en su producción, “las condiciones del mercado y economía estadounidenses han seguido empeorando. La mayor preocupación es la continuación de la subida de los precios del petróleo”. GM considera que durante lo que resta del año y durante 2009 el precio del barril de petróleo se mantendrá entre los 130 y 150 dólares. 

La compañía que peligra en perder el primer puesto en su propio mercado en manos de la japonesa Toyota, ahora considera que en Estados Unidos, durante el 2008 y 2009, se venderán anualmente sólo 14 millones de nuevos vehículos, muy por debajo de las previsiones iniciales y a razón de 2 millones de unidades menos que la tendencia de los últimos años. 

Wagoner aseguró que General Motors está respondiendo “de forma agresiva a los desafíos del mercado del automóvil estadounidense” y anunció que seguirá tomando las medidas necesarias para alinear la estructura de la empresa con “los menores volúmenes de ventas de vehículos y los cambios en las mezclas de ventas”. 

La empresa automovilística señaló que a finales del primer trimestre del año tenía una liquidez de unos u$s23.900 millones y acceso a otros u$s7.000 millones en financiación. Pero Wagoner insistió que las medidas anunciadas permitirán que General Motors afronte con comodidad un empeoramiento de las condiciones del mercado. 

El anuncio se produjo en medio de los rumores aparecidos en los últimos días sobre una posible declaración de suspensión de pagos del fabricante y planes para eliminar algunas de las marcas de General Motors que están ofreciendo los peores resultados.

Días atrás, durante una intervención en Dallas, Wagoner negó que la suspensión de pagos o la venta de marcas estuviese en su mente, excepto quizás Hummer, el fabricante de los todo terreno derivados del vehículo que equipa el ejército estadounidense.

A principios de julio, el diario económico The Wall Street Journal señaló que la empresa está estudiando medidas radicales para asegurar la supervivencia de GM, cuyas ventas se hundieron en los últimos meses especialmente en el otrora lucrativo mercado de los todo terreno.

Ejecutivos de General Motors consultados por el periódico señalaron de forma anónima que la empresa estaba estudiando eliminar o vender la mayoría de sus ocho marcas actuales. Las principales candidatas, además de Hummer, serían Buick, Pontiac y Saturn.