Ford Motor Company comenzó un nuevo proyecto que le permite utilizar componentes producidos con impresoras 3D en la línea de montaje en la fabricación de automóviles.
La primera etapa del proyecto tiene lugar en las plantas de la marca en Naberezhnye Chelny y Vsevolozhsk, en Rusia, donde el nuevo sistema tiene como objetivo mejorar la eficiencia, ya que las nuevas piezas brindan más productividad y seguridad en el trabajo.
Con esta tecnología, la marca produce actualmente unos 30 componentes diferentes y prevé extender dicha gama ¿El motivo? El proceso ofrece un bajo costo no sólo de desarrollo sino también de fabricación.
Los componentes diseñados permiten la creación de prototipos de vehículos personalizados y de competencia. Mediante la Stratasys Infinite Build 3D, Ford puede imprimir piezas de autos de casi cualquier forma y tamaño.
El desarrollo de una pieza comienza con el diseño de un modelo virtual mediante un software especial que se encarga de separar el componente en láminas muy delgadas. Luego, la impresora 3D reconstruye cada una de las partes de la capa y coloca plástico fundido para completar la misma.
De esta forma, Ford continúa apostando a las impresoras 3D, las cuales crean piezas más livianas que tienen como objetivo la reducción del consumo de combustible.
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