Bugatti llevó a cabo el proyecto personalizado más ambicioso, según ellos, hasta la fecha: el Bugatti Chiron Super Sport ‘Golden Era’. Fueron dos años de desarrollo específico, incorporando técnicas nuevas que lo “elevan del mundo automotriz a la categoría de auténtica obra de arte”.
La visión detrás de esta creación llegó de un coleccionista de Bugatti con mucho aprecio por la historia de la marca y la ingeniería del motor W16. Su objetivo no solo era celebrar el diseño del bloque del Chiron Super Sport, sino también rendir homenaje adecuado a la historia que condujo a su creación.
Así fue como el equipo de diseño desarrolló una propuesta que capturaba la esencia de lo que hace especial a Bugatti, narrada a través de sus creaciones más memorables y extraordinarias. El resultado fue el “Golden Era”.
Del cliente se sabe poco y nada, pero sí que colaboró estrechamente con los diseñadores durante el proceso creativo, visitando en numerosas ocasiones al equipo para ver cómo tomaba forma su visión.
Hendrik Malinowski, Director Gerente de Bugatti, señaló: “Sur Mesure se traduce literalmente como a medida, y es este enfoque completo y centrado en el cliente en el diseño de automóviles lo que realmente lo diferencia. Nuestros equipos trabajan codo a codo para crear exactamente lo que desean, y luego colaboran estrechamente con ellos durante meses o incluso años para convertirlo en realidad”.
De qué va el Golden Era: en el lado del pasajero, 26 bocetos a mano revelan íconos como el Type 41 Royale, varias veces señalado como el auto más lujoso cuando se develó en 1926, y el Type 57 SC Atlantic, considerado como el automóvil más hermoso jamás diseñado.
Por su parte, del lado del conductor hay 19 bocetos que retratan el renacimiento y el éxito duradero de Bugatti desde 1987, con modelos como el EB110 y los más recientes Veyron y Chiron. Le pone la rúbrica una representación sencilla de los 3.712 componentes individuales que componen el motor W16.
Los diseñadores fueron armando el Golden Era hasta lograr la escala, proporción y forma adecuadas para cada uno de los bocetos individuales, pero la gran incógnita pasaba por el color: se creó un color personalizado, un tono dorado atemporal llamado ‘Doré’, que se aplicó al automóvil con un degradado que se fusiona con el ‘Nocturne Black’, creando la base para que los diseñadores comenzaran el proceso de dibujo directamente sobre el auto. Los dibujos, pintados a mano, llevaron más de 400 horas.
Habrá más novedades del Golden Era en breve ya que el Bugatti iba a ser entregado oficialmente a su propietario en la Semana del Automóvil de Monterrey, que hace algunas horas decidió posponer a 2024 su próxima edición.
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