En efecto, de acuerdo al último informe de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), durante el mes pasado las ventas subieron un 1,48% a 116.767 unidades en comparación con las 115.068 unidades de segunda mano que se comercializaron durante agosto de 2008. Si se mide la performance del octavo mes de 2009 con julio la suba es de 0,24% (ya que el mes anterior se habían transferido 116.489 unidades).
En el acumulado anual, la entidad que preside Alberto Príncipe informó que ya se transfirieron 864.604 vehículos usados, esto es un 11,84% por debajo de las 962.522 unidades que se comercializaron entre enero y agosto de 2008.
“Sin duda que llegar a fin de año con un volumen de venta aproximado en 1.250.000 unidades, nos lleva a pensar que en 2010 se recuperará el volumen perdido de este año- calculamos entre un 10 y un 12% -con respecto a 2008 cuando se vendieron 1.400.000 vehículos”, señaló Príncipe y añadió que de todas maneras, “el volumen de este año estaría por encima de 2006 –cuando explotó el mercado y se vendieron 1.220.000 unidades. Desde ese momento y por 2 años consecutivos, las ventas fueron récord histórico absoluto”.
A la hora de analizar el comportamiento del mercado, los precios no quedaron de lado. En este sentido, el titular de la entidad señaló que “hoy la gente se encuentra con un momento inmejorable para la compra de un auto usado. ¿Y por qué digo esto? Sencillamente porque los autos usados están un 20 o 25% más bajos que en agosto o septiembre de 2008. No creo que haya mejor oportunidad de compra que la que se está dando ahora, porque los precios son realmente seductores”.
Otro punto que no dejó de lado Príncipe fue el de la informalidad. La bandera de la Cámara está en señalar que casi el 35% de las operaciones son “clandestinas” –tal como las denominan-. “Al comprar en un negocio establecido se recibe un valor agregado: la profesionalidad. Poca gente conoce el trabajo que hace una agencia con cada vehículo usado que pone a la venta. La palabra revendedor, que se emplea para denominar a los comerciantes de automotores usados, transmite una imagen totalmente desactualizada”.
“La crisis llevó a que el comerciante de automotores usados haya evolucionado en su profesionalidad y, actualmente, lo que ofrece corresponde a un estándar de coches en buen estado y sin ninguna sorpresa de papeles”, indicó el directivo a la hora de argumentar las diferencia aunque agregó que “es cierto que aún existen algunos casos de revendedores oportunistas y poco confiables, pero cuando se habla de agencias profesionales -es el caso de las agrupadas en la CCA a nivel país-, la realidad es totalmente diferente. En estos casos el comerciante no se limita a comprar y vender, sino que además desarrolla toda una serie de tareas que se convierten en un importante valor agregado para el comprador. Por ejemplos: Seleccionan, chequean y, en caso de ser necesario, reparan o reacondicionan el vehículo; brindan asesoramiento y ofrecen la posibilidad de elegir y comparar con transparencia entre diferentes precios, calidades y modelos; regularizan multas, patentes, embargos, inhibiciones, cambio de radicaciones y transferencias; financian o gestionan la financiación para el interesado y se responsabilizan por vicios ocultos o por cualquier problema legal con la unidad”.
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