COMO DESTROZAR UN MERCEDES BENZ SLR SIN CHOCARLO

Ningún coche, no importa su marca ni su valor, merece terminar como este Mercedes McLaren: la firma suiza Ueli Anliker Design utilizó oro para decorarlo de 24 quilates y un total de 500 rubíes. Lo han bautizado, pomposamente, como Red Gold Dream McLaren SLR 999.

Según su autor, el rojo y dorado representan sueños, pero en este vehículo están utilizados con una aberración digna de empeño y prácticamente todo el interior rezuma ese brillo exagerado propio de la gente con dinero y sin clase. No se salvan ni las llantas de aleación. Eso sí, el fabricante asegura haber invertido más de 30.000 horas-hombre hasta arribar al engendro (producto) final.

Y es que no sólo es un dolor a la vista comparado de manera directa con un SLR convencional, sino que la estridente resolución estética amerita a censurar cuestiones más específicas a la dinámica como la aerodinamia. Este particular “999” es una aproximación extraña a su cifra de potencia, que es exactamente de 1.000 CV. No se advierten cambios realizados en su mecánica, en cualquier caso, representa un salto enorme de potencia desde sus 626 CV originales.

Es lógico preguntar cuánto gastaron en este despropósito: la mutación demandó más de tres millones de euros. Huelgan los comentarios.

¿El tuning en su punto extremo?