Aston Martin le vuelve a dar a un super auto un retoque para una edición ultra limitada. Esta vez es el turno del Carbon Black DBS y el V12 Vantage. El tratamiento Carbon Black consiste en una pintura hecha a medida; el “negro carbón”.
Ambos modelos vienen con una parrilla con terminaciones brillantes y sensores de estacionamiento frontal.
Lo curioso de estas ediciones ultra limitadas es que la tonalidad especial que se usó para conseguir el negro requerido, demandó 50 horas de trabajo manual para la pintura de cada auto.
Por dentro, los asientos de fibra de carbón liviana con inscripciones en negro y las tazas de aluminio negro no dejan dudas acerca del concepto temático.
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