La marca ya contaba con varios exponentes dentro de este segmento del mercado, con modelos como la XTZ 125 (dos versiones), la WR 250 (tres versiones) y la WR 450F, pero no tenía una versión 250 de la XTZ, fundamental para pelear en esta categoría donde las principales marcas competidoras, Honda y Kawasaki, tienen la XR 250 Tornado y KLX 250 X respectivamente.
Como saliendo a disputar un partido a matar o morir, Yamaha pone mucha tecnología en este nuevo modelo, entre lo que se destaca la inyección electrónica del motor de 250 cm3 que entrega 21 caballos de potencia. No es algo frecuente esta tecnología en este sector del mercado de motos. De hecho, es la única que tiene un motor con gestión electrónica (las dos competidoras antes mencionadas tienen motor carburado).
Otra diferencia de esta XTZ 250, especialmente respecto de la Honda Tornado, es el doble disco de frenos (no así con la KLX 250, que también tiene).
La inyección electrónica aporta buenos beneficios competitivos. En primer lugar, mejor aprovechamiento del combustible, ergo, menos consumo. Pero también genera menor mantenimiento mecánico, se elimina el uso del cebador y “llave”, aumenta la vida útil del motor y, finalmente, contamina menos el medioambiente.
La gente de la marca dispuso para el lanzamiento de este nuevo producto tres unidades para que la prensa pudiera probar. Obviamente aceptamos la invitación y nos subimos al nuevo modelo para girar unas cuantas vueltas en un circuito todo terreno. También estaba a disposición la gama de cuatriciclos de trabajo y una unidad Rhino para poder probar.
Al volante
La primera sensación es que estéticamente está muy bien lograda. Tal vez habría que mejorar unas salientes del carenado plástico que resultan muy fácil de enganchar con la ropa y de romper en cualquier momento. Pero más allá de esto, el diseño es muy agradable.
Sentados al manubrio de la nueva XTZ 250 y sin demasiados kilos para aportarle a la suspensión (apenas unos 68), nos damos cuenta que el 1,72 de altura resulta justito como para llegar en puntitas de pie al suelo, lo que habla de una buena altura disponible para meterse en terrenos un poco más complicados. La altura del asiento sin peso encima es de 875 mm y el recorrido de las suspensiones es de 240 mm adelante y 68 mm atrás.
El motor es el mismo que el de la YBR 250, pero como fueron modificados el piñón, la corona y la cadena, además de las relaciones de caja, pareciera que fuera otro. Es muy suave y el torque se encuentra disponible desde bajas vueltas, con lo cual uno no tiene que estar haciendo cambios todo el tiempo. Tal vez por eso no necesita una caja de seis velocidades como tienen sus competidoras y el consumo, aunque no pudimos comprobarlo dado que no rodamos tantos kilómetros, promete ser muy contenido, entregando una muy interesante autonomía gracias al tanque de combustible de 11 litros (la Tornado tiene 11,5 litros).
Pese a ser la más pesadita de las tres, la diferencia en kilos es muy poca. La XTZ 250 está en los 142 kilos, mientras que la Tornado pesa 134 y la KLX está en los 138 kilos.
El precio de lanzamiento es de 18.800 pesos y estará disponible en los concesionarios a partir del 21 de enero próximo.
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