MERLO: TRANQUILIDAD PUNTANA

Villa de Merlo es una ciudad tranquila, las sierras de los Comechingones que la enmarcan parecen alfombradas de verde. El agua no falta por ningún lado y las sonrisas de los “merlinos” tampoco. E incluso en invierno puede sorprender alguna pequeña nevada que tiñe el paisaje en tonos grises. Pero Merlo es reconocida por su microclima.

Aquí el “microclima” es verdadero, responde a condiciones meteorológicas únicas y es considerado el tercero mejor del mundo, después de los registrados en California y Suiza.
Los factores que favorecen este fenómeno, tienen que ver en primer lugar con la ubicación geográfica: las sierras cortan el paso a las corrientes de aire húmedo del Atlántico y también a los elementos contaminantes. En segundo lugar, como las Sierras de los Comechingones constituyen elevaciones antiguas, la carga eléctrica de las rocas es muy baja, con ionización negativa. Asimismo, la descomposición del granito libera átomos de oxígeno que en la atmósfera se transforman en ozono. En fin, quienes saben, aseguran que esta serie de factores sumados a las temperaturas medias anuales que no superan los 20º, provocan esa saludable sensación de bienestar en las personas que visitan Merlo.

La infraestructura de hospedaje es muy variada. Hay desde casas en alquiler y hoteles de lujo, hasta posadas, cabañas y campings. A esto hay que sumarle la oferta gastronómica, los pubs para la diversión nocturna, los espectáculos y la innumerable cantidad de opciones para comprar artículos regionales y artesanías.

En cuanto a las actividades la combinación de sierras y agua ofrece muchas alternativas: circuitos de trekking, cabalgatas, travesías en vehículos de doble tracción, visitas a Parques Nacionales y Provinciales.

En la zona urbana hay varios programas sin alejarse demasiado de la zona céntrica. El Balneario Piedras Blancas se encuentra a 5 kilómetros del centro, rumbo al límite con la provincia de Córdoba. Siguiendo el mismo camino andando un poco más se llega a Pasos Malos, un sitio de características similares al anterior pero con la opción de adentrarse un poco más en la sierra y encontrar la Cascada Olvidada.

En la misma ciudad está el circuito clásico. Es imposible no hacer una visita al “Algarrobo Abuelo”, un ejemplar de más de 800 años, protagonista de todo tipo de leyendas.

Paseos
El Mirador de la Amistad: se encuentra dentro de la cuidad y es el punto privilegiado para admirar todo el valle de Concarán. Desde la Reserva Municipal “Manejada” se puede hacer un trekking, siempre acompañados por un guía, hasta el Salto del Tabaquillo, una cascada de 17 metros de altura, este recorrido lleva aproximadamente 3 o 4 horas. Para llegar hay que tomar aire porque el camino es en ascenso, la vuelta se hace más rápida pero no menos riesgosa.
Filo Serrano: justo en el límite con la provincia de Córdoba, un mirador natural sin desperdicio. 
Circuito Sur: se puede hacer tomando la Ruta Nº 1 hacia el sur, atraviesa diferentes poblados que atrapan por sus sencillez y encanto todos tienen sus respectivos balnearios a orillas de los arroyos serranos.
La mina de los Cóndores: Se encuentra a 60 kilómetros en Concarán, un pequeño poblado abandonado surgido alrededor de la mina que fue explotada por alemanes y norteamericanos sucesivamente. Son 15 kilómetros de túneles que se meten en las entrañas de las sierras y evocan con certeza el esplendor del pasado.
Yacimiento paleontológico Bajo de Veliz: está a 50 km de la ciudad y allí se encontró el resto fósil de la araña más grande jamás encontrado en el planeta. Hasta este lugar se puede llegar tranquilamente en auto y por ruta asfaltada. Las visitas se realizan siempre con el acompañamiento de un guía o brigadista y son gratuitas.
“Pueblo escondido”: se trata de los restos que quedaron de una colonia que estuvo habitada por 300 obreros que se dedicaban a la extracción de volframita. Está ubicado en el límite de la provincia, en territorio cordobés a 2000 metros sobre el nivel del mar, en el cerro Áspero. Para llegar a este lugar hay que contratar previamente una excursión en 4×4 o a caballo. Alrededor de la mina se levantó una infraestructura impresionante para la época (1930). Concluida la segunda guerra mundial la actividad minera comenzó a decaer y en 1969 se cerró la planta. Se accede a través del puesto Tono Albornoz para llegar hasta este lugar hay que hacer un trekking muy interesante, con una gran quebrada de telón de fondo. Recomiendan visitar el sitio con algún guía habilitado para no perderse nada de lo que hay por descubrir.