Desde hace unos años, Ford Motor Company se puso como objetivo el desarrollo y la utilización de materiales ecológicos para sus vehículos y así lograr disminuir el impacto sobre el medio ambiente.
El plástico, muy utilizado en la actualidad, demanda para un vehículo estándar 130 kgs , que una vez desechados demorán entre 500 y 1.000 años en desaparecer.
Con este escenario, Ford optó por las fibras naturales, como es el caso de la espuma de soja, favoreciendo al ecosistema, ya que se degrada entre los 90 y 120 días.
La marca demostró que la espuma de soja supera con éxito los estrictos estándares de calidad y permite también reducir las emisiones de dióxido de carbono al momento de su fabricación.
Sus componentes son más livianos que los de plásticos tradicionales, (entre 20% y 30%), lo que además contribuye al ahorro de combustible, como se comprobó en los vehículos de la marca que los utilizan.
En este marco, durante el 2012 en la Planta de Pacheco se logró superar el requerimiento corporativo para el manejo de desechos sólidos que exigía un 10% de reducción en residuos, con el objetivo de minimizar el impacto que sus operaciones de manufactura tienen sobre el medio ambiente. En este sentido, el 94% del total de residuos generados en el año en la planta fue destinado a reciclado.
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