FANGIO: DÍA DEL PILOTO EN HOMENAJE AL CHUECO

Los 24 de junio es San Juan. Es por eso que ese día, en 1911, Loreto Fangio inscribió a su cuarto hijo como Juan Manuel. Ni se imaginaba el inmigrante italiano que ese chuequito, el que le pegaba como nadie a la pelota de zurda en los partidos de fútbol barriales, trascendería fronteras y sería considerado a nivel mundial como uno de los mejores pilotos de automovilismo de todos los tiempos.

Sus primeros trabajos, para ayudar a la economía familiar, fueron en un taller de reparación de carruajes y cuando finalizó la escuela, se incorporó a la agencia Rugby de maquinaria agrícola. Con 13 años inició a meter mano en los motores de la concesionaria Ford de la ciudad como ayudante de Guillermo Spain. A los 16 se compró su primer auto y se trasladaba a los partidos de fútbol con el Club Rivadavia, donde era el delantero estrella del equipo.

“Rivadavia” fue el seudónimo que utilizaba en sus primeras carreras a bordo de un Ford A, que en la semana era taxi, para que sus padres no se dieran cuenta que era él el intrépido piloto. Luego tuvo varias participaciones más en los zonales hasta que llegó el momento del debut nacional: fue el 27 de marzo de 1938 en Necochea con un Ford V8. Y si bien en esa jornada no descolló (finalizó 7º), ese sería el inicio de una exitosa carrera deportiva con títulos de TC (1940/41), Fórmula 1 (1951/54/55/56/57) y un reconocimiento, que más allá de los resultados, se destaca por su don de gente y humildad.El 17 de julio de 1995, el Chueco dejó este mundo de manera presencial. Porque todos los días, a cada instante, siempre está presente en cada piloto, en cada auto de carrera, en cada autódromo. El 10 de diciembre de 1997, el Poder Ejecutivo de turno decretó que todos los 24 de junio se conmemore el Día Nacional del Automovilismo Argentino en su honor.

Gracias por tanto, Maestro.