EL FORD FIESTA KD SEDAN BAJO LA MIRADA FEMENINA

El “Women Test Drive” o la denominada “caravana de las chicas” se está instalando como un clásico dentro de la agenda de actividades de Ford en la Argentina. Y en la edición 2011, continuando con la campaña de lanzamiento del nuevo integrante del segmento B premium global en su versión hatch, la gente de la marca del óvalo nos dio una yapa. Poder tomar el primer contacto con el flamante integrante de la familia: la versión tricuerpo, cuatro puertas, o sedan como gusten denominarlo.

Esta vez el GPS y la propuesta de la marca del óvalo nos llevaron a cruzar el charco. Dejando atrás el puerto de Colonia, un grupo de 40 mujeres (sí, un cotorreo constante y sonante no lo vamos a negar) partió a bordo de los Fiesta hatch y Sedan Kinetic Design -escoltados por un Mustang 1965- rumbo a Carmelo para disfrutar y claro está conocer más detalles de la nueva carta del óvalo. (GALERIA DE LA TRAVESIA)

Esta acción orientada a las chicas tiene su razón. “La mujer cada vez toma mayor participación en el proceso de toma de decisión de compra de un auto. Juega un papel importante tanto en lo que hace a la compra propia como al nivel de influencia que tiene en el grupo familiar”, explicó Jorge Di Nucci, responsable de RRII de Ford Argentina. Sin objeciones no centramos en lo que nos dejó el viaje.

ELIJO…
coment_2 Como de la versión hatch ya te hemos contado todos los detalles desde su presentación regional en Detroit en septiembre pasado, hasta completar la data con el test de rigor de TM, decidimos enfocarnos en la versión tricuerpo, modelo del que no le perdimos la huella en los casi 200 km que planteó la propuesta en estos dos días.

El nuevo integrante de la familia Fiesta que llega de México, se asomó a los concesionarios oficiales el pasado 17 de abril a un precio de arranque de $85.900 y se comercializa en dos versiones: Trend y Trend Plus.

Este modelo de 4.409 mm de largo (frente a 4.066 mm del hatch) cuenta con algunas diferencias estéticas y de equipamiento respecto de la versión cinco puertas. En la parte frontal, la versión sedán presenta una parrilla con tres barras cromadas; la cuna de la tira de luces de posición LED es de color negro y no metal como el hatch; suma una barra lateral cromada en la base los cristales; y no cuenta con la luz de giro integrada en el espejo retrovisor. Asimismo, no trae los espejos externos calefaccionados y con el visor de punto ciego, detalles distintivos del cinco puertas.

En cuanto a equipamiento, la versión sedan resigna el volante de cuero con comandos y el sistema Sync (Una de las señoritas presentes se preocupó por el tema de la lectura de mensajes de texto del celular a través de los parlantes del auto que permite el sistema Sync que equipa al hatch: “¿se puede cortar o apagar mientras lo están transmitiendo por voz!?”,… algo tendría que ocultar la chica).

La nueva silueta del Fiesta KD, orientado más a la familia, cuenta con un generoso baúl de 362 litros –con tira interna antisecuestro-, frente a los 281 que ofrece el hatch (entran tranquilamente dos editoras de TM en forma horizontal, cosa que se comprobó literalmente o bien cuatro maletas como también se puso a prueba).

La versión Trend que tomamos contacto en TM cuenta con el mismo motor 1.6 litros TiVCT de 120 cv del Hatch y está asociado a una caja manual de cinco velocidades. Cuenta con toda la artillería de seguridad por la que se destaca este modelo: 7 airbags, ABS y ESC, una impecable dirección asistida electrónica, llantas de aleación de 16” y luces de posición LED. La diferencia con respecto del Trend Plus –tope de gama- está en que no posee techo solar y el sistema de audio Premium de 80 watts de potencia con cuatro parlantes, dos tweeters y reproductor de CD/MP3.

LOOK
La introducción del tercer volumen no le sienta mal al conjunto. El modelo luce bien plantado y aún conserva ciertos aires de deportivo, entre otras cosas, gracias a las llantas de aleación de 16 pulgadas y talón bajo y una cintura que se va elevando hacia la cola.

Con la introducción del Fiesta KD, la marca del óvalo sin dudas impuso un nuevo techo en materia de seguridad, elevando el estándar regional del segmento de los chicos. Tanto el hatch, como este sedan, se ubican en lo más alto del segmento B, y dejan en jaque a competidores de origen Mercosur como el Honda Fit, el Fiat Punto, el Peugeot 207 C en sus versiones más equipadas y con varios opcionales y se acerca más a lo que ofrece un Tiida que juega un escalón más arriba (Incluso con un airbag menos).

Así, en contexto, es sorprendente –como en el hatch- la cantidad de elementos que tiene como los siete airbags, el control de estabilidad y de tracción, los tres cinturones inerciales traseros, el cierre automático de puertas, ABS, Sistema de anclaje LATCH en asientos traseros, por mencionar algunos. (Y a decir verdad, no se si es que se aprendió bien el discurso que la gente de Ford nos dio en la charla inicial apenas se arribó al hotel, pero ante la mini encuesta realizada por TM, el grupo de mujeres destacó esos puntos).

PONEMOS PRIMERA
De las primeras impresiones… claro está que esto siempre subjetivo, nos tomó un tiempo amigarnos con la caja. Al principio nos resulto algo imprecisa…y a medida que avanzamos en kilómetros se logró la comunión…. las relaciones son largas y no hay que dejar que caiga mucho en vueltas para no perder elasticidad o agilidad en el tránsito. Una vez que nos amigamos con la caja (en las calles porteñas antes de partir) salimos a la ruta. Consultamos por novedades en la gama y por el momento, la incorporación de la caja automática continúa en estudio.

En el trayecto de Colonia a Carmelo, unos 70 km en los que la velocidad máxima indica 90km/h y se respetó a rajatabla (asi somos las chicas), el sedan magenta fue bien plantado y respondió sin mayores exigencias a los sobrepasos. Un detalle: Aperece en el velocimetro una flechita cuando recomienda subir una marcha para optimizar el consumo. Una solución práctica más allá de que se sienta que el auto pide más.

Las suspensiones son más bien tirando a duritas por lo que en ruta va con aplomo y agarre; mientras que en ciudad copia bien (no lleva al extremo de perder alguna pieza dental) aunque es necesario pasar lomas de burro o badenes con cierta cautela para que no golpee abajo –sobre todo en la parte delantera porque el despeje es bajo.

La posición de manejo es buena y se encuentra rápidamente (sólo la butaca del conductor se regula en altura y en el caso del magenta fue modificándose a diario para albergar por turnos a una señorita de 1.59 y medio –como es nuestro caso- y de 1,70 como el de la copiloto-piloto Pato Osuna,  en todo el recorrido).

El volante se regula en altura, no en profundidad y a pesar de no ser el deportivo de cuero del Hatch, tiene buen grip. Con estos detalles, las horas de ruta no acusaron recibo sobre el esqueleto y en todo momento el andar fue confortable y en las plazas traseras tampoco se registraron quejas.

Más allá del andar, sin dudas, lo mejor que ofrece este modelo es la dirección asistida en Forma Electrónica (EPAS). En ciudad permite manejarse con agilidad, estacionar es un placer por la suavidad y la nula resistencia. En ruta logra afirmarse.

Con buena insonorización, y interior sobrio pero de buena calidad percibida -no encontramos rebabas o cosas que desentonen en el tiempo que lo tuvimos- si se extraña el sistema de audio/Sync y todos los botoncitos y luces bolicheras del hatch pero no hay dudas que este sedan se dirige a otro público más familiar y cumple con lo que se espera. El mercado será el que de su veredicto y todos los detalles del nuevo integrante, en el próximo test de TM.