Este modelo fue desarrollado en colaboración con Mitsubishi Motors Corporation (MMC) y es el segundo vehículo eléctrico que vende la marca, junto con el Berlingo First Electrique. Producto de esta colaboración del grupo PSA con Mitsubishi es que han salido también el Peugeot iOn y el Mitsubishi I-MEV.
"El C-Zero ofrece un andar silencioso, excelente maniobrabilidad y una destacada relación habitabilidad-volumen exterior. Está perfectamente adaptado para satisfacer tanto a empresas de todo tipo, administraciones, colectivos, grandes flotas, como así también a particulares en busca de un vehículo que ofrezca una economía de uso excepcional, con un costo de utilización de alrededor de 1,5€ cada 100 km", afirma el comunicado oficial.
Este eléctrico tiene una batería de iones de litio y un motor síncrono con imán permanente que proporciona 64 CV C entre 3.000 y 6.000 rpm. Sus prestaciones (velocidad máxima de 130 km./h, de 0 a 100 km./h en 15,9 segundos y aceleración de 60 a 80 km./h en 3,9 segundos) y su autonomía de 150 km. permiten andar sin problemas por rutas y autopistas. En Europa, el 70% de los trayectos automóviles cotidianos semanales son inferiores a 30 km y el 95% de ellos son inferiores a 80 km.
Con 4 plazas y un baúl que ofrece una capacidad de 166 litros, dispone de múltiples equipamientos de confort y de seguridad: dirección asistida, ABS, ESP, AFU, elevalunas eléctricos, 6 airbags y climatización son sólo una muestra.
El C-Zero es muy sencillo de utilizar: basta girar la llave de contacto hasta que suena un “bip”, confirmado por el encendido de una luz verde “READY” en el panel de instrumentos, y colocar su palanca de cambios en la posición de marcha adelante.
El panel de instrumentos del C-Zero dispone de un indicador de aguja, activo desde el momento en que se conecta el contacto, que permite visualizar la utilización que se hace de la batería, con una zona azul oscuro, que simboliza la recarga, una zona verde claro, para las fases de conducción económica y una zona blanca, que significa una conducción que reclama un consumo mayor que la energía disponible.
El auto dispone de un sistema de recuperación de energía en desaceleración y en frenado que permite recargar las baterías. La energía recuperada depende, entre otras cosas, de la velocidad de circulación y de la eventual presión ejercida sobre el pedal de freno. La recarga de las baterías puede realizarse de dos maneras: con una toma eléctrica tradicional, en casa, en los bornes de los servicios de vías públicas, o en las empresas. Basta enchufar el cable de alimentación a una toma de 220 V. Una recarga total necesita 6 horas con una corriente de 16 A (España, Francia), 7 horas con 13 A y 9 horas con 10 A o con una conexión a un toma exterior para una recarga rápida.
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