DESALENTADOR PANORAMA PARA VOLKSWAGEN y PSA PEUGEOT CITROËN

Las malas noticias parecen no dar tregua en medio de esta crisis que promete ser larga y golpear a todos los sectores y rincones del mundo. Un efecto que se está sintiendo con fuerza en la industria automotriz y los resultados que envían las casas matrices dan cuenta de ello. En este tren, la alemana Volkswagen vendió en enero 382.000 vehículos en todo el mundo, un 21,3 % menos que en el mismo período de 2008, por la contracción de la demanda producto de la crisis económica global. El mayor fabricante automovilístico de Europa informó que las ventas de su marca principal bajaron en enero el 14,1%, hasta 246.700 vehículos, en comparación con el mismo mes del pasado ejercicio.

El director de Ventas de VW, Detlef Wittig, aseguró que “en mercados importantes pudimos aumentar nuestra cuota”. No obstante, Wittig hizo hincapié en que el retroceso general del mercado automovilístico en enero muestra que no se va a producir una mejora de la crisis económica pronto.

Sólo en Alemania, Volkswagen vendió el mes pasado 53.300 vehículos, un 17,7% menos que en el mismo mes un año antes. Según Witting, esto se debe a que “la aceptación del subsidio ecológico produjo un aumento en enero de la demanda de vehículos pequeños como el Fox, el Polo, el Golf, el Seat Ibiza y el Skoda Fabia”.

La ventas de VW en Rusia subieron el 12,7% (6.600 unidades) y en Brasil, el 1,3% (47.600 unidades). Sin embargo, las entregas en EE.UU. bajaron 17,3% (17.600 unidades) y en China lo hicieron un 10,9% (83.900 vehículos).

PSA
Por el lado de PSA Peugeot Citroën, el panorama tampoco resulta alentador. El grupo tuvo su mayor caída en casi tres meses en París, tras anunciar una pérdida neta de 1.080 millones de euros en comparación con un beneficio neto de 393 millones de euros un año antes. Los analistas anticipaban una pérdida de 659 millones de euros.

El grupo suprimió 18.000 empleos en Europa el año pasado, y planea eliminar otros 14.000 en 2009, 3.000 más que lo planeado inicialmente.

El responsable ejecutivo Christian Streiff, señaló que en este contexto los recortes no compensarán el colapso en las ventas de autos ni la reestructuración de costos. Según se desprendió de su declaración, la compañía también necesita reducir el consumo de efectivo luego de que usó 3.900 millones de euros en el semestre.

Hace dos días Peugeot y Renault recibieron el ok de un préstamo del Gobierno francés de 3.000 millones de euros a cinco años para cada una tras prometer no cerrar plantas ni despedir personas en el país.
La directora financiera de PSA, Isabel Marey-Semper, aseguró que se reducirá la producción entre 20 y 30 % este año y se buscará suprimir otros 3.000 empleos en Francia. Actualmente, la compañía tiene 158.000 empleados en Europa occidental.