El fabricante japonés de automóviles Toyota confirmó, en un encuentro con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, la construcción de una segunda fábrica en Brasil.
Pese a que los voceros de la multinacional se abstuvieron de informar sobre el asunto de la conversación, el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio, Miguel Jorge, que estaba presente en la audiencia, anunció los planes de Toyota al final de la reunión.
Las obras de la nueva planta, que comenzará a producir en 2011, arrancarán el año próximo y tendrá una capacidad para sacar de sus líneas 150.000 vehículos por año, empleará a 2.500 trabajadores y unos 11.000 indirectos y se ubicará en la ciudad de Sorocaba, distante 100 km. de San Pablo, explicó el ministro brasileño, Miguel Jorge, tras la reunión con Lula.
El ministro deslizó que la inversión no fue anunciada, pero que como especialista en el sector, estima que no serán “menos de 600 a 700 millones de dólares”. La confirmación al mandatario del mayor mercado de la región fue hecho por el presidente de Toyota en el Mercosur, Shozo Hasebe.
Según Jorge, durante la audiencia, Lula sugirió que el nuevo vehículo fabricado por Toyota en Brasil cuente con tecnología para utilizar tanto nafta como etanol y que pueda ser exportado a otros países de Latinoamérica y África.
Pese a que la empresa estudió la posibilidad de instalar su segunda fábrica en los estados de Bahía y Río de Janeiro, que ofrecían incentivos, optó por construirla en San Pablo para no alejarse de sus actuales proveedores.
Toyota tiene desde 1998 en Indaiatuba, también en el interior del estado de San Pablo, una planta en la que produce 80.000 vehículos al año. Actualmente fabrica en Brasil su modelo Corolla y Corolla Fielder y la intención es que en la nueva fábrica se monte un automóvil chico, destinado al mercado interno y a exportación, dijo el ministro, carta que habilitará a la firma alcanzar la meta de superar el 10% de participación en este lado del globo. Objetivo que sólo se logra con un producto que le reporte volumen de ventas.
La compañía posee asimismo una fábrica de autopartes en Sao Bernardo do Campo, un polo industrial en las afueras de la ciudad de San Pablo.
La industria automotriz se encuentra en un momento de plena expansión en Brasil. El sector espera inversiones por u$s4.900 millones este año, sólo en montadoras, y de u$s20.000 millones hasta 2010 en toda la cadena productiva, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (ANFAVEA).
La capacidad instalada, que en 2007 era de 3,5 millones de automóviles por año y pasará a cuatro millones en 2009.
Las ventas mundiales de Toyota están creciendo a un ritmo que algunos analistas creen que probablemente le permita rebasar a la estadounidense General Motors Corp. como el fabricante con más ventas globales de vehículos.
Por separado, el vocero de Toyota Paul Nolasco dijo que la compañía estaba "dando otro vistazo" a sus planes mundiales para 2008. Según un informe de la cadena pública japonesa NHK, Toyota planea reducir su meta de ventas mundiales este año a 9,5 millones de vehículos, abajo de la previa de 9,85 millones.
LA PROCESION POR DENTRO
En el marco de una comitiva que encabezó Deborah Giorgi el año pasado a Japón, trascendió que el titular de Toyota Motor Corp., deslizó que se invertirían u$s300 millones (justamente a un grupo de periodistas argentinos).
Una frase que generó movimiento local. Mucho se pensó que el “auto chico” –esperadísimo en estas latitudes podría arribar a estas pampas. La confirmación de las inversiones en Brasil –según comentario de varios medios colegas- generó más de una mueca en este lado de la frontera.